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Denuncian irregularidades en el informe oficial sobre la muerte de peces en el dique Cuesta del Viento
Saúl Zeballos, de la Asamblea Jáchal No Se Toca, denunció ante la Justicia que las causas oficiales sobre la muerte de peces en el dique Cuesta del Viento son falsas, aportó pruebas y solicitó investigar una posible contaminación.
El conflicto ambiental en torno a la mortandad de miles de pejerreyes en el dique Cuesta del Viento sumó este martes un nuevo capítulo. A primera hora de la mañana, Saúl Zeballos, referente de la Asamblea “Jáchal No Se Toca”, se presentó ante la Unidad Fiscal del Norte del Ministerio Público Fiscal para prestar declaración testimonial y entregar documentación técnica que, según dijo, contradice el informe oficial difundido por la Secretaría de Ambiente de San Juan.
El informe gubernamental, presentado el jueves 6 de noviembre, atribuía la muerte masiva de peces a “bajos niveles de oxígeno disuelto” en el agua. Sin embargo, Zeballos sostiene que las mediciones realizadas por técnicos independientes al día siguiente demuestran valores de oxígeno normales y adecuados para la supervivencia de los pejerreyes, lo que abriría la posibilidad de que la causa real esté vinculada a otros factores, como la contaminación por metales pesados.
“Los valores de oxígeno eran normales”
En su declaración, registrada oficialmente en la sede judicial de San José de Jáchal a las 08:52 de la mañana del 11 de noviembre, Zeballos relató que el viernes 7 de noviembre acompañó a ingenieros industriales al dique Cuesta del Viento para realizar mediciones de oxígeno disuelto en el agua.
“El valor mínimo detectado ese día fue de 7,84 miligramos por litro, con una saturación del 97,4% y una temperatura de 17 grados. El valor máximo fue de 9,16 miligramos por litro con 112% de saturación y 16,7 grados de temperatura”, declaró Zeballos ante el fiscal.
Según explicó, los pejerreyes necesitan al menos 6 mg/l de oxígeno disuelto para sobrevivir, por lo que los valores obtenidos están por encima de ese umbral.
“Mientras se hacían las mediciones, seguían apareciendo pejerreyes muertos en la superficie del agua. Por eso creemos que la causa no puede ser la falta de oxígeno, sino la contaminación”, sostuvo.
Zeballos acompañó su declaración con fotografías y registros técnicos que fueron incorporados como prueba documental en el expediente judicial.
Piden investigar contaminación por actividad minera
El integrante de “Jáchal No Se Toca” solicitó que la Fiscalía disponga estudios urgentes de los lodos del dique Cuesta del Viento, así como un relevamiento general de los parámetros físico-químicos del agua, incluyendo la presencia de metales pesados.
En su presentación, pidió además que se analicen los ríos que alimentan el dique —Potrerillos, Las Taguas, La Paica, Río Blanco y Río Jáchal—, ya que estos cursos podrían estar recibiendo aportes contaminantes provenientes de actividades mineras ubicadas aguas arriba, en la zona de Veladero y otros emprendimientos metalíferos.
“Queremos que se analicen no solo los niveles de oxígeno, sino todo el sistema hídrico que desemboca en el dique. Si hay contaminación con metales, eso debe saberse y no ocultarse tras una causa biológica simplificada”, remarcó Zeballos ante la Justicia.
La Asamblea “Jáchal No Se Toca” viene denunciando desde hace años los impactos de la minería en la cuenca del río Jáchal y en los ecosistemas asociados. En este caso, sostienen que la mortandad de peces podría ser una señal temprana de contaminación acumulada en el embalse, afectando no solo a la fauna sino también al agua utilizada para consumo y riego en la región.
El informe oficial bajo la lupa
La Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de San Juan había emitido un comunicado oficial el pasado jueves 6 de noviembre donde atribuía la mortandad de peces a un “evento natural de déficit de oxígeno disuelto” producido por variaciones de temperatura en el agua del dique. Según esa explicación, el fenómeno habría sido temporal y sin relación con contaminación.
Sin embargo, los datos aportados por Zeballos contradicen ese argumento técnico. Las mediciones independientes reflejan niveles de oxígeno muy superiores a los reportados por el Gobierno, lo que podría indicar errores en el muestreo oficial o la existencia de otras causas no contempladas.
La Fiscalía del Norte deberá ahora evaluar la documentación presentada y definir si abre una investigación penal por posible ocultamiento de información o negligencia en el control ambiental.
Jáchal vuelve a exigir respuestas
La presentación de Zeballos reaviva el reclamo histórico de los vecinos de Jáchal, que desde el derrame de cianuro en Veladero en 2015, 2016 y 2017 mantienen una postura crítica frente a los informes ambientales oficiales.
“No queremos enfrentamientos, queremos verdad científica. Si el agua está limpia, que se demuestre con estudios serios y públicos. Pero si hay contaminación, que se tomen medidas urgentes”, señalaron desde la Asamblea tras conocerse la denuncia.
En los próximos días, se espera que la Unidad Fiscal del Norte requiera informes complementarios a la Secretaría de Ambiente y cite a los técnicos que participaron de los relevamientos.
Mientras tanto, el dique Cuesta del Viento sigue bajo observación. Las imágenes de los miles de pejerreyes flotando en la superficie del embalse continúan circulando en redes sociales, alimentando la preocupación de una comunidad que exige respuestas claras y transparencia.
Dato 1
La denuncia, declaración y pruebas aportadas por Zeballos se suman a la investigación penal por el delito de envenenamiento de agua en el Dique Cuesta del Viento iniciado el miércoles 5 por la Unidad Fiscal del Norte - Legajo N° MPF-JA-00734-2025.
Dato 2
El día 6 de octubre en un comunicado oficial la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable informó durante el relevamiento, efectuado el 4 de noviembre por la comisión integrada por los Técnicos en Biología Pablo Pastor y Jonathan Loaisa y el Licenciado en Biología Alejandro Gómez, determinó que la mortandad se registró en focos puntuales y afectó principalmente a ejemplares juveniles de pejerrey. No se hallaron otras especies afectadas ni evidencias que indiquen presencia de agentes patógenos. Las evidencias obtenidas indican que el evento estaría asociado a condiciones naturales del cuerpo de agua, específicamente a bajos niveles de oxígeno disuelto (hipoxia) en zonas costeras con poca circulación y acumulación de materia orgánica.