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Alcaraz venció a Sinner en la final más larga de Roland Garros y se coronó campeón
Alcaraz venció a Sinner en la final más larga de Roland Garros, sellando una épica remontada para su segundo título consecutivo, finalizando 4-6, 6 (4)-7, 6-4, 7-6 (3) y 7-6 (2).
POR REDACCIÓN
Carlos Alcaraz se coronó campeón de Roland Garros por segunda vez consecutiva tras una final memorable de más de cinco horas contra Jannik Sinner en la icónica cancha Philippe Chatrier. El tenista español, demostrando una resiliencia inquebrantable a lo largo de todo el encuentro, logró una remontada épica desde un 0-2 en sets, para imponerse con parciales de 4-6, 6-7 (4), 6-4, 7-6 (3) y 7-6 (2). Este duelo ya ha sido catalogado como un hito en la historia del tenis, por su duración, intensidad y la calidad de juego de ambos protagonistas.
El encuentro entre las dos jóvenes promesas que actualmente dominan el circuito profesional de tenis superó todas las expectativas, ofreciendo un espectáculo de altísimo nivel. A pesar de encontrarse dos sets por debajo en el marcador, Alcaraz encontró la forma de revertir la situación, poniendo fin a la impresionante racha de 20 victorias consecutivas en Grand Slams de Sinner que llegaba a la final con un envión imparable y la moral por las nubes. Este partido no solo fue una batalla física, sino también mental, donde la capacidad de Alcaraz para mantenerse firme bajo presión fue clave.
El primer set anticipó con creces la intensidad que caracterizaría todo el partido. Ambos jugadores lucharon incansablemente por cada punto, mostrando su agresividad desde el fondo de la cancha y buscando constantemente las líneas. Sin embargo, fue Sinner quien logró la ventaja inicial al quebrar el servicio de Alcaraz en un momento crucial del set, poniéndose 5-4 arriba y cerrando el parcial a su favor. El segundo parcial vio a un Sinner aún más contundente, que se adelantó rápidamente 3-0, mostrando una precisión asombrosa en sus golpes y una gran habilidad para dominar los peloteos. A pesar de un intento de remontada por parte de Alcaraz, el italiano se llevó el set en un disputado tie-break, dejando al murciano en una situación límite con dos sets en contra.
Sin embargo, la historia de este partido aún no estaba escrita. Alcaraz, lejos de rendirse, sacó a relucir su espíritu de lucha inquebrantable. El español se llevó el tercer set, sembrando la duda en la mente de su rival y demostrando que no daría su brazo a torcer tan fácilmente. El cuarto set fue un verdadero torbellino de emociones, con momentos de brillantez y errores de ambos lados. Sinner incluso contó con tres puntos de campeonato, a punto de cerrar el partido y levantar el trofeo. Pero una serie de errores no forzados del italiano y la tenacidad asombrosa del ibérico hicieron que todo se definiera en un nuevo tie-break. Con un impulso renovado tras salvar esos puntos de partido, Alcaraz se impuso 7-3 en el desempate, forzando un quinto y dramático set que haría vibrar a toda la afición.
Finalmente, en el quinto y decisivo parcial, Carlos Alcaraz cerró su victoria con un épico 7-6 (2) en el tie-break definitivo, culminando una de las mayores hazañas en la historia reciente de Roland Garros. A pesar de que el italiano logró llevar la manga al tie-break, el murciano lo superó con autoridad al imponerse por 10-2 en el desempate decisivo. Su victoria no solo le otorga su segundo título consecutivo en el polvo de ladrillo parisino y su