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Apremios ilegales en San Juan: dos nuevos policías fueron imputados
En la mañana del lunes, sumaron dos efectivos policiales a la causa por apremios ilegales contra un detenido en la Comisaría 6ª, elevando a cinco el total de policías bajo investigación.
POR REDACCIÓN
Este lunes 8 de septiembre, la causa por apremios ilegales en la Comisaría 6ª de San Juan sumó un nuevo capítulo. Tras la audiencia de formalización de tres efectivos previamente imputados, se incorporaron dos policías más a la investigación, elevando a cinco el total de uniformados involucrados en la golpiza contra Cristian Morales. La fiscalía a cargo es la UFI Delitos Especiales.
Los últimos imputados son Martina Peralta y Alan Nieva. Peralta enfrenta cargos por omisión de ayuda, privación ilegítima de la libertad y falsificación de documento público, mientras que Nieva está acusada únicamente de omisión. Según fuentes judiciales, las pruebas incluyen imágenes que muestran a los efectivos limpiando sangre en la seccional y otros movimientos que comprometen su actuación.
El juez Mariano Carrera dispuso la imputación de ambos, otorgándoles la libertad con medidas de coerción y la obligación de cumplir funciones en seccionales distintas a la de los hechos.
Los tres policías que ya estaban bajo investigación son Cristian Aciar, Gabriel Mariño y Alejandro González. Aciar y González están imputados como partícipes necesarios en vejaciones y apremios ilegales con lesiones graves, agravadas por su condición de funcionarios públicos. Mariño, en tanto, está acusado como autor de los mismos delitos, incluyendo falsificación de instrumentos públicos y privación ilegítima de la libertad.
La investigación continúa abierta mientras la fiscalía recopila más pruebas y define responsabilidades sobre la golpiza ocurrida en la Comisaría 6ª.
El caso
El episodio ocurrió en la madrugada del 1 de julio, cuando los policías detuvieron a un hombre bajo el argumento de que participaba en una gresca callejera. Sin embargo, las pruebas recolectadas durante la investigación desmintieron esa versión y confirmaron que la pelea no existió. Según la acusación, los efectivos inventaron la infracción para encubrir la aprehensión arbitraria, lo que derivó en la adulteración del documento oficial.
La víctima, que cuenta con antecedentes contravencionales y había estado detenida el día anterior en la misma dependencia policial, sufrió lesiones durante la detención, por lo que permaneció internada varios días.