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Caballos recuperados se convierten en aliados de seguridad en San Juan

La División Montada de la Policía de San Juan entrena y cuida equinos rescatados para convertirlos en aliados clave en patrullajes, búsquedas y actividades sociales.

POR REDACCIÓN

24 de julio de 2025
Lejos del ruido y las luces, el trabajo de la División Montada avanza con constancia, empatía y profesionalismo. Foto: Gentileza.

En un predio ubicado en la Villa Observatorio, al oeste de la ciudad de San Juan, un grupo de efectivos policiales lleva adelante una tarea tan silenciosa como valiosa: transformar caballos abandonados o judicializados en piezas fundamentales de los operativos de seguridad y vinculación comunitaria.

Se trata de la División Montada de la Policía de San Juan, una unidad relativamente joven con apenas tres años de funcionamiento que hoy cuenta con 17 efectivos, un veterinario y 23 equinos en actividad. A estos se suman un mular y dos potrillos nacidos en las instalaciones, de un año y medio y ocho meses respectivamente.

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Lo que distingue a esta división es su trabajo con caballos que, en muchos casos, llegaron en condiciones críticas. Algunos fueron secuestrados por orden judicial; otros estaban al borde de la muerte, desnutridos y sin atención. Todos ellos pasaron por una etapa obligatoria de cuarentena para descartar enfermedades como la anemia infecciosa equina, y si su salud lo permite, inician un proceso gradual de entrenamiento.

Una labor que conjuga disciplina y sensibilidad. Foto: Gentileza.

“El caballo siente todo, se conecta profundamente con quien lo monta”, aseguran los jinetes de la división, que trabajan a diario para lograr ese vínculo necesario para el servicio. La preparación se adapta a las características del animal: no todos sirven para lo mismo, pero algunos desarrollan habilidades múltiples y pueden patrullar, buscar personas o participar en exhibiciones institucionales.

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Actualmente, 10 caballos se encuentran en distintas etapas de entrenamiento. Su futuro puede estar en una de las tres áreas principales de trabajo:

  •  Seguridad, donde se utilizan para patrullajes preventivos y operativos en eventos masivos.
  •  Búsqueda, sobre todo en zonas rurales o de difícil acceso.
  •  Exhibición, un rol más social, en visitas a escuelas, actos oficiales o jornadas comunitarias, que permite a la fuerza acercarse a la ciudadanía desde otro lugar.

El día en la División Montada comienza temprano y gira en torno al bienestar de los animales. Los efectivos chequean estado físico, alimentan a los caballos, curan lesiones si es necesario y ajustan rutinas de entrenamiento. El vínculo emocional entre cada jinete y su equino es parte esencial del funcionamiento de esta unidad especial.

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