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Sergio Oro, el sanjuanino que escaló el Himalaya: "Cada paso era un desafío físico y mental"
El sanjuanino Sergio Óscar Oro formó parte de la expedición "Himalaya 2025", dejando un legado tanto para el Ejército Argentino como para San Juan. En diálogo con DIARIO HUARPE contó cómo fue el histórico ascenso.
Por Giuliana Díaz
El sargento primero Sergio Óscar Oro, enfermero y de 42 años de edad, es un orgullo para San Juan tras participar en la expedición binacional "Himalaya 2025". Oriundo de Cienaguita, en Sarmiento, viajó junto a otros ocho militares a India con el objetivo de escalar el monte Kun. La misión, organizada por el Ejército Argentino junto al Ejército de India, llevó a los militares a superar más de 7.000 metros de altura y enfrentar temperaturas de hasta -20ºC.
“Vivir esto fue algo muy lindo, muy anhelado por muchos montañeses. Todo montañés de América, acostumbrado a la Cordillera de los Andes, sueña con superar los 7.000 metros, y poder coronar la cumbre sin bajas ni lesiones nos llenó de orgullo”, contó Oro a DIARIO HUARPE. “La montaña estaba cubierta de nieve y cada paso era un desafío físico y mental”, agregó.
Tras meses de preparación, la patrulla argentina viajó el 15 de julio a India y llegaron a Nueva Delhi y luego a Carghil, desde donde iniciaron la aproximación al monte Kun. La aclimatación, el porteo de equipos y las jornadas de hasta 10 horas para alcanzar los campamentos de altura exigieron un esfuerzo extremo. "El campamento base estaba a 4.500 metros, el 1 estaba a 5.400 y el campamento 2 a 6.300 metros, el cual fue el más duro, con un día de traslado muy técnico. Cada paso requería concentración total y resistencia”, recordó Oro.
La expedición no fue solo preparación física, sino que también implicó adaptarse a la alimentación: “Usábamos raciones de altura, que debíamos preparar en calentadores, pero primero teníamos que derretir nieve para obtener agua y poder cocinar. Todo se hacía a mano, y eso demandaba mucho tiempo y esfuerzo físico”, explicó. Además, contó que dormían en carpas de altura y soportaban temperaturas bajo cero: “Llegamos a -20ºC en algunas jornadas, pero la indumentaria y la preparación nos ayudaron a sobrellevarlo”.
Entre los días vividos en la montaña, 12 en total que duró la expedición, uno en especial quedó grabado en la memoria del sargento: el 5 de agosto, Día del Montañés y justo coincidiendo cuando los nueve integrantes del equipo argentino alcanzaron la cumbre. “Fue un día soñado, logramos hacer cumbre todos juntos, sanos y sin inconvenientes. Ese momento quedará marcado para siempre en mi memoria”, expresó Oro con emoción.
Oro fue el único sanjuanino en la expedición, acompañado por militares de Buenos Aires, Mendoza, Salta, Jujuy, Córdoba y Santa Fe. Su regreso al país fue este jueves 14 de agosto e incluyó un reconocimiento oficial y un encuentro con el presidente Javier Milei, quien felicitó a los militares por este logro histórico.
Sergio Oro llevó el nombre de San Juan hasta la cima del Himalaya, siendo parte de la primera patrulla militar argentina en conquistar el monte Kun, y marcó un hito en la historia de las expediciones de altura del Ejército Argentino.
Proceso
El camino hacia el Himalaya comenzó mucho antes de partir hacia India. El proceso de selección, iniciado en noviembre de 2024, incluyó evaluaciones físicas, controles médicos y estudios de adaptación a la altura. “Hace un año, más de 40 postulantes nos presentamos para integrar la patrulla argentina”, contó. Tras superar los rigurosos requisitos, Oro fue seleccionado y participó en entrenamientos que incluyeron ascensiones a cerros de 4.000 y 5.000 metros en Mendoza, la cumbre de Aconcagua, el volcán Tupungato y prácticas técnicas de hielo en el Tronador, Bariloche. “Nos entrenábamos con todo el equipo, haciendo técnicas de montaña, ascensiones y trabajos de resistencia. Cada etapa era más exigente que la anterior”, explicó.
Cómo empezó la pasión por la montaña
La pasión de Oro por la montaña comenzó en su tierra natal, Sarmiento. Es enfermero de profesión y se especializó en unidades de montaña tras ingresar al Ejército: “Siempre me atrajo la montaña. He aprendido técnicas y estrategias que hoy me permitieron vivir esta experiencia”. Su esposa y sus dos hijos adolescentes fueron un pilar fundamental: “Sin ellos no podría haber logrado esto”, confesó. Actualmente, reside en Tupungato, en Mendoza, donde presta servicio en el Regimiento de Infantería de Montaña 11.