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Carlos Fernández deberá pagar $435 M al ayuntamiento de Marbella
Tras casi 20 años prófugo en San Juan, el exconcejal español reconoció haber cometido malversación de caudales públicos y falsificación de documentos en el caso Saqueo II. Deberá pagar una multa, que en pesos argentinos son casi $435 millones al Ayuntamiento de Marbella.
POR REDACCIÓN
El consultor español Carlos Fernández, quien vivió y trabajó en San Juan durante casi dos décadas, admitió ante la justicia española haber cometido delitos de malversación de caudales públicos y falsificación de documentos cuando era edil de Marbella. El exfuncionario, que permanecía prófugo desde 2006, acordó con la Fiscalía española una condena que incluye el pago de una multa total, que en moneda argentina, son casi $435 millones, según el cambio oficial.
Fernández reconoció su culpabilidad en el marco del denominado caso Saqueo II, que investiga el desvío de más de 70 millones de euros del Ayuntamiento de Marbella entre 1991 y 1999. La causa también abarcó un fraude a la Seguridad Social por otros 91 millones de euros.
El caso Saqueo II derivó en duras condenas en 2013 para figuras como el exalcalde Julián Muñoz —ya fallecido— y el exasesor urbanístico Juan Antonio Roca, ambos sentenciados a seis años de prisión por malversación.
Tras permanecer en San Juan desde 2006, Fernández regresó a España el 29 de octubre de este año y pactó su entrega con la Fiscalía en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. En el auto judicial que dispuso su libertad, se recordó que España había solicitado su extradición en 2017, pero la Corte Suprema argentina la denegó en 2022, lo que lo dejó en un limbo legal en el país.
Finalmente, y sin documentación que justificara su estadía en Argentina, Fernández decidió regresar a España y asumir los cargos a cambio de no ir a prisión. Según fuentes judiciales citadas por la agencia EFE, el acuerdo le permitirá cumplir su condena mediante el pago de la multa económica.
Carlos Fernández se había fugado en 2006, durante la segunda fase de la Operación Malaya, tras comunicar telefónicamente que se encontraba en Galicia haciendo el Camino de Santiago y que regresaría en breve. Aquella fue su última comunicación antes de desaparecer durante casi dos décadas.