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Central se quedó con el clásico ante Newell's con un golazo de tiro libre de Di María
Ángel Di María regresó a Rosario Central con una misión clara y la cumplió de manera épica. El "Fideo" se erigió como la figura excluyente del Clásico de Rosario al anotar un espectacular gol de tiro libre que le dio la victoria 1-0 a su equipo sobre Newell's Old Boys en el Gigante de Arroyito.
POR REDACCIÓN
Rosario Central se impuso por la mínima diferencia (1-0) ante Newell's Old Boys en una nueva edición del Clásico de Rosario, gracias a una obra de arte de su máxima figura, Ángel Di María. El encuentro, disputado en el Gigante de Arroyito, culminó con un resultado que desató la euforia de la parcialidad Canalla y añadió un capítulo dorado a la ya histórica carrera del campeón del mundo.
El partido, fiel a la esencia del clásico rosarino, fue duro y friccionado desde el pitido inicial, con un primer tiempo que ofreció pocas situaciones claras de gol. El equipo de Ariel Holan, Rosario Central, intentó llevar la iniciativa como local, pero sin encontrar la claridad necesaria, mientras que Newell's, bajo la dirección de Cristian Fabbiani, se mostró intenso. La única jugada de riesgo en los primeros 45 minutos fue un tiro libre ejecutado por Ignacio Malcorra que el arquero Juan Espínola desvió al córner. La intensidad del juego se reflejó también en las tempranas amonestaciones: Fabián Noguera de Newell's vio la amarilla en el primer minuto y Franco Ibarra de Central también fue amonestado.
El complemento ganó notablemente en dramatismo y emociones. Rosario Central tomó el control con mayor decisión, empujando a su rival, y figuras como Alejo Véliz insinuaron peligro con varios remates que no lograron concretarse. Di María, que en los minutos previos al gol empezó a tomar más contacto con la pelota y a dejar la banda derecha, mostró sus mejores momentos en el partido. Durante la segunda mitad, se realizaron cambios: Agustín Modica ingresó por Enzo Copetti en Central, y David Sotelo sustituyó a Gonzalo Maroni en Newell's.
Finalmente, a los 36 minutos del segundo tiempo (81 minutos de juego), llegó el momento que el "Fideo" había soñado desde su regreso. Ángel Di María se paró frente a la pelota en tres cuartos de cancha y, con esa "rosca endiablada" de su zurda, la acarició para que se incrustara en el ángulo de Espínola, que nada pudo hacer ante la precisión del remate. El Gigante de Arroyito "explotó al unísono" ante el golazo que significó la victoria para su equipo.
Este gol fue mucho más que el 1-0 en el marcador; representó la "consagración de un sueño" para Di María. Tras regresar a Rosario Central este semestre con la misión de saldar cuentas pendientes en el club de sus amores, logró convertirle a Newell’s y darle la victoria, un hito que le faltaba en su "carrera descomunal". Dieciocho años después de su partida a Europa en 2007, el "ángel" volvió para grabar su nombre en el Clásico de Rosario y en el corazón de cada hincha, emocionándose visiblemente sobre el final del encuentro. Cabe destacar que, antes de este partido, Di María había enfrentado a Newell's dos veces en su carrera sin conseguir la victoria.
Sobre el final del partido, la tensión continuó con la expulsión de Luciano Lollo en Newell's por doble amarilla a los 39'ST. Jaminton Campaz también estuvo cerca de ampliar la ventaja, pero Espínola evitó el segundo tanto Canalla. En los últimos instantes, Gaspar Duarte y Facundo Mallo ingresaron por Di María y Campaz. Con este resultado, Rosario Central se quedó con el orgullo del clásico, sumando un triunfo inolvidable impulsado por su ídolo indiscutible.