Con la condena de Cristina sobre la mesa, el entorno de Milei define campaña para el 2025

El reciente fallo de la Cámara Federal de Casación, que ratificó la condena a Cristina Kirchner en la causa Vialidad, generó nuevas tensiones en la política argentina a menos de un año de las elecciones legislativas del 2025. Aunque el Gobierno de Javier Milei mantuvo una postura oficial de respeto por la independencia de los tribunales, argumentando que no hacía campaña desde la Justicia, las reacciones de los principales actores políticos mostraron que la polarización se mantuvo como un eje central.

Milei, a través de sus redes sociales, celebró la ratificación de la condena y reiteró su postura de que Cristina Kirchner era culpable de actos de corrupción. “Hoy podemos afirmar sin ninguna duda que Cristina Fernández de Kirchner es culpable de actos de corrupción”, escribió el presidente, destacando el fallo judicial como un respaldo a su línea política de confrontación con el kirchnerismo. Esta declaración reflejó la centralidad del kirchnerismo en la campaña del Gobierno, que se presentó como la alternativa ante la figura de la expresidenta.

Por otro lado, el oficialismo reconoció que, si bien la inhabilitación de Cristina Kirchner podría haber desactivado parte del voto opositor, también podría haber fragmentado aún más a la oposición. Algunos funcionarios cercanos a Milei admitieron que, sin la figura de la expresidenta en las boletas, el voto opositor se habría dispersado, lo que habría favorecido una victoria de un oficialismo más cohesionado bajo la figura de Javier Milei. Sin embargo, la posible ausencia de CFK en la contienda electoral también generó incertidumbre, ya que su imagen seguía siendo un factor determinante en el voto “anti-K”, que en muchos casos había sido clave en elecciones pasadas.

Mientras tanto, la coalición opositora también se movilizó. En el macrismo, la iniciativa de "Ficha Limpia", que buscaba impedir que personas con condenas penales graves fueran candidatas a cargos electivos, fue retomada. Aunque desde el oficialismo se consideró que este proyecto no era prioritario, algunos colaboradores de Milei señalaron que lo habrían apoyado si la oposición hubiera decidido impulsarlo. No obstante, la estrategia del Gobierno siguió centrada en la figura de Cristina Kirchner y en cómo su condena podía ser utilizada políticamente.

El escenario de cara a las elecciones de 2024 se mantuvo marcado por la polarización. A pesar de los intentos del Gobierno por no involucrarse directamente en la agenda judicial, la condena a Cristina Kirchner y las maniobras políticas en torno a su figura continuaron siendo un eje central de la disputa electoral. En este contexto, la división de la oposición y el papel de actores como Milei y Macri resultaron ser claves para definir el rumbo político del país.