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Cristina Kirchner cuestionó a la Justicia por las restricciones en visitas domiciliarias
La expresidenta Cristina Kirchner ha denunciado públicamente nuevas restricciones impuestas por la Justicia en relación con sus visitas y el uso de su domicilio, calificándolas de "régimen de exclusión arbitrario".
POR REDACCIÓN
La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner volvió a manifestar su descontento con el Poder Judicial, denunciando lo que califica como un "régimen de exclusión arbitrario" que, según ella, restringe su interacción con el mundo exterior. La exmandataria informó a través de sus redes sociales que sus abogados han presentado un recurso ante el tribunal para que se revisen las condiciones impuestas a sus visitas domiciliarias.
De acuerdo con las declaraciones de Kirchner, el tribunal que lleva su causa estableció un protocolo de visitas que limita el acceso a su domicilio a un círculo muy cerrado: familiares directos, abogados y personal médico. Cualquier otra persona que desee visitarla debe solicitar una autorización previa al Tribunal, un mecanismo que la expresidenta considera violatorio de sus derechos civiles más elementales y que, según ella, no se aplica a ningún otro ciudadano en situaciones similares. "Se me aplica un régimen que no rige para nadie más", afirmó, ironizando sobre la posibilidad de que existan "Constituciones y Códigos Penales y Procesales especiales, redactados únicamente para mí".
Estas críticas se suman a recientes aclaraciones judiciales sobre el uso de su balcón. La expresidenta señaló que el tribunal "tuvo que aclarar que puedo salir al balcón de mi casa", luego de que una ambigua condición en la resolución de prisión domiciliaria (abstenerse de "perturbar la tranquilidad del vecindario") generara dudas sobre si podía saludar a la militancia desde allí. Tras un pedido de la defensa, los jueces confirmaron que no se le impedirá el uso de "ningún espacio específico" de su departamento. La confirmación de esta autorización, y la posterior salida de Kirchner al balcón para saludar a sus seguidores, se produjo el mismo día en que se concretó la colocación de la tobillera electrónica.
En el marco de esta situación, se desplegó un fuerte operativo de seguridad en torno a la vivienda de la expresidenta en el barrio porteño de Constitución. Agentes de la Policía Federal Argentina instalaron vallas metálicas y un considerable número de efectivos, camionetas y personal de seguridad. Asimismo, se procedió al retiro de pancartas y pasacalles colocados por militantes en apoyo a la exmandataria, una tarea coordinada con personal de higiene urbana del Gobierno de la Ciudad para liberar la vía pública.
Además de cuestionar la judicialización de su vida personal, Cristina Kirchner también deslizó críticas sobre la restricción de sus derechos políticos: "De mis derechos políticos, mejor ni hablemos… te la debo", escribió, dando a entender una limitación en su accionar político.