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Gobierno de San Juan avanza en el relleno de seguridad para residuos peligrosos
Tras el informe de DIARIO HUARPE sobre el colapso e irregularidades en el manejo de residuos peligrosos, el Gobierno de San Juan confirmó que trabaja en un proyecto para construir un relleno de seguridad.
El 16 de mayo, un informe de DIARIO HUARPE expuso públicamente una situación crítica: las empresas encargadas del tratamiento de residuos peligrosos en San Juan ya no sabían cómo manejar el volumen acumulado durante más de 20 años de manera irregular. A raíz de esa visibilización, y luego de que esta semana se confirmara la finalización del retiro de las cenizas tóxicas de Eco San Juan en el marco del Programa Integral de Gestión y Remediación Ambiental de Residuos Peligrosos (Pigrarpe), el secretario de Estado de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Federico Ríos, anunció que ya se está trabajando en el diseño de un relleno de seguridad en San Juan. Este tipo de infraestructura, ausente actualmente en la provincia, es clave para tratar de forma adecuada los residuos peligrosos que se generan.
"Estamos trabajando con los equipos técnicos de la Secretaría y con el Consejo Federal de Inversiones (CFI) en la elaboración del proyecto ejecutivo para que, una vez que tengamos este proyecto, podamos salir a buscar la financiación necesaria para construirlo", explicó Ríos, quien remarcó que la decisión no se tomó de manera improvisada: "Queremos un relleno de seguridad con una vida útil larga, a la altura del desarrollo que tiene San Juan en su presente y, especialmente, en su futuro con la minería".
Un plan a futuro con alternativas y economía circular
Si bien el relleno de seguridad es parte de la solución estructural que impulsa el Gobierno provincial, desde la Secretaría de Ambiente también se están evaluando otras estrategias de disposición final que incluyan el aprovechamiento de los residuos bajo el paradigma de la economía circular.
"Queremos evitar el entierro como única salida. Por eso alentamos desarrollos productivos para recuperar ciertos residuos. Un ejemplo claro es lo que está haciendo la empresa CAMC en el Parque Industrial Tecnológico Ambiental Regional (PITAR), donde recuperan aceites usados (Y8) y los reciclan, y trapos contaminados (Y48), transformándolos en combustibles para hornos y demás", destacó Ríos. "Estoy convencido de que ese es el camino a seguir y por ahí vamos a ir", agregó.
Ubicación en análisis y criterios técnicos
Uno de los puntos clave del proyecto del relleno de seguridad es su localización. Sobre este tema, el secretario fue cauto: “Todavía no está determinado el lugar. No vamos a tomar una decisión apresurada. La ubicación debe considerar múltiples factores técnicos y ambientales”.
La creación de un relleno de seguridad no solo respondería a la problemática actual, sino que además acompañaría el desarrollo industrial y minero que se proyecta para San Juan en los próximos años. La planificación incluye no solo la construcción física del sitio, sino también la búsqueda de financiamiento y la implementación de sistemas de control ambiental rigurosos.
Un antes y un después tras la visibilización del problema
La situación límite de las empresas encargadas del tratamiento de residuos peligrosos —quienes ya no sabían cómo seguir almacenando el material acumulado— generó un punto de inflexión. La intervención del DIARIO HUARPE al visibilizar públicamente el problema el 16 de mayo fue clave para acelerar la toma de decisiones.
Hoy, con el traslado de residuos en marcha y el proyecto de relleno de seguridad en desarrollo, San Juan empieza a construir una solución a largo plazo para una de sus deudas ambientales más importantes. Y aunque el camino no será corto, el primer paso ya está dado.
El punto de partida
Desde marzo, y en el marco del Programa Integral de Gestión y Remediación Ambiental de Residuos Peligrosos (Pigrarpe), el Gobierno provincial inició el traslado del pasivo ambiental acumulado durante más de 20 años en el Parque Industrial de Chimbas.
La operación comenzó con Eco San Juan, donde ya se completó el retiro de las cenizas peligrosas y a continuación se seguirá en las empresas Tecma y Biocordillerana.
Hasta ahora, se han trasladado 12 camiones bateas —cada uno con capacidad de 24 toneladas— al centro de disposición final en Añelo, Neuquén. Eso equivale a 280 toneladas de residuos ya retirados. Las siguientes etapas del operativo contemplan otras 100 toneladas en Tecma y unas 500 más en Biocordillerana. De no surgir contratiempos, el proceso podría completarse a fines de este año o principios de 2026, alcanzando un volumen total de 880 toneladas tratadas.