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Estudio global detecta altos niveles de drogas estimulantes en ríos de Sudamérica

Una revisión internacional reveló la presencia de cocaína, anfetaminas, ketamina y opioides en 225 ríos, con América del Sur mostrando las concentraciones más elevadas de cocaína a nivel mundial.

POR REDACCIÓN

Hace 4 horas
La contaminación por drogas presenta variaciones geográficas. Foto:Gentileza.

Investigadores estadounidenses realizaron una revisión sistemática que analizó estudios científicos de distintas regiones, detectando la presencia de diversas drogas estimulantes y opioides en 225 ríos distribuidos alrededor del mundo. Entre las sustancias encontradas figuran la cocaína, anfetaminas, ketamina, morfina, codeína y tramadol.

El estudio, publicado en la revista Science of the Total Environment, destaca que los ríos de América del Norte y, especialmente, los de América del Sur, presentan las concentraciones promedio más altas de estas drogas, siendo la cocaína la más prevalente en el continente sudamericano. Esta droga, derivada de las hojas de la planta de coca, alcanza niveles notoriamente superiores en esta región.

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La revisión fue realizada por Varsha Niroula, Gustavo Salcedo y Sheree Pagsuyoin, investigadores de la Universidad de Massachusetts, quienes expresaron que “la contaminación por drogas de abuso genera preocupación por sus posibles efectos ecológicos sobre organismos acuáticos y ecosistemas”. Sin embargo, reconocieron que “hay un gran vacío de información sobre la persistencia y la toxicidad real de estos compuestos en el ambiente”.

Uno de los desafíos principales es la dificultad para evaluar los riesgos ambientales, ya que la mayoría de los estudios toxicológicos en animales emplean concentraciones mucho más altas que las encontradas en las aguas superficiales, lo que limita la precisión para estimar el daño real a la fauna acuática.

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Hasta ahora, la mayoría de los datos disponibles sobre drogas en cuerpos de agua provenían de Europa y Asia, mientras que en América Latina, África y Oceanía la información era dispersa o escasa. Los residuos de drogas llegan a los ríos principalmente a través de las aguas residuales cloacales, ya que las plantas de tratamiento convencionales no siempre eliminan estos compuestos, que pueden permanecer en el agua durante días o semanas, formando mezclas químicas difíciles de descontaminar.

El equipo de Massachusetts recopiló datos de artículos revisados por pares publicados entre 2012 y 2022, analizando 865 puntos de muestreo en 225 ríos de cuatro continentes. Se evaluaron concentraciones de sustancias como cocaína, anfetaminas, metanfetamina, éxtasis, ketamina, codeína, fentanilo, metadona, morfina y tramadol.

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Un hallazgo clave fue que las muestras recogidas en zonas urbanas mostraron mayor presencia de residuos de drogas, aunque también se detectó contaminación en áreas rurales. Las concentraciones variaron según la sustancia, el río y la región. Por ejemplo, el promedio global de cocaína fue de 8.091 nanogramos por litro, cifra casi 900 veces superior al promedio del éxtasis.

En América Latina, la cocaína domina ampliamente, con niveles promedio regionales de 29.885 nanogramos por litro y casos puntuales que alcanzaron hasta 487.650 nanogramos por litro en ríos de Sudamérica, superando con creces los registros de Europa y Asia. Esto refleja tanto el consumo como la producción de esta droga en el continente.

Opioides como la codeína y el tramadol también se detectaron con frecuencia, aunque las concentraciones récord a nivel global correspondieron a África. Los investigadores señalaron que “los residuos de drogas de abuso pueden llegar a los cursos de agua a partir de consumo humano, abuso recreativo o mal uso médico”.

La contaminación por drogas presenta variaciones geográficas: estimulantes predominan en América Latina y América del Norte, opioides en África, mientras que Europa y Asia muestran diferencias según el tipo de droga y nivel de desarrollo. Además, las mezclas de residuos químicos, o “cócteles”, aún no han sido completamente estudiadas.

Los autores concluyeron que la contaminación de ríos por drogas de abuso es un problema global subestimado, advirtiendo que “nuestro hallazgo principal es la amplia presencia de residuos químicos con potencial adictivo en aguas superficiales, con riesgos ecológicos aún desconocidos”. También destacaron la falta de información en zonas rurales y países con poca investigación, y recomendaron ampliar el monitoreo y unificar métodos analíticos para comprender mejor la permanencia y los impactos de estos residuos en la vida silvestre.

El doctor Pedro Carriquiriborde, investigador en contaminación ambiental y ecotoxicología del Centro de Investigaciones del Medio Ambiente (CIM) dependiente del Conicet y la Universidad Nacional de La Plata, explicó que “los efectos que esas sustancias puedan tener sobre el ambiente son aún motivo de estudio”. Señaló además que en países como Argentina, donde los sistemas de tratamiento de aguas son inadecuados o inexistentes, las drogas llegan con mayor facilidad a los cuerpos de agua.

Carriquiriborde advirtió que para evitar que estas sustancias contaminen los ríos es fundamental “tender redes cloacales que deriven los efluentes a plantas de tratamiento adecuadas para su eliminación antes de verterlos a los ríos, arroyos, lagos, al mar o incluso a las aguas subterráneas”. También resaltó que, aunque existen programas para reducir el consumo y recolectar medicamentos vencidos, “para las drogas de abuso que están prohibidas es imposible”.

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