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El cruce entre Canaletti y Noelia Marzol por la baja en la edad de imputabilidad

Durante el programa Almorzando con Juana, se vivió un tenso debate sobre la responsabilidad penal juvenil. El periodista, la conductora y la actriz protagonizaron un fuerte intercambio con posturas encontradas.

POR REDACCIÓN

06 de abril de 2025
Noelia Marzol y Ricardo Canaletti se cruzaron por la edad de imputabilidad en Argentina (Almorzando con Juana, Eltrece). Foto: gentileza 

El debate sobre la edad de imputabilidad volvió al centro de la escena televisiva este domingo durante una emisión del programa Almorzando con Juana. El periodista especializado en policiales, Ricardo Canaletti, la actriz y bailarina Noelia Marzol y la conductora Juana Viale protagonizaron una acalorada discusión en torno a un tema que genera posiciones divididas tanto en la sociedad como en la política.

La conversación se originó a partir del análisis de la serie Adolescencia, recientemente estrenada en Netflix, que aborda temáticas sensibles como el rol del Estado, el ciberbullying y la delincuencia juvenil. Marzol abrió el debate al señalar lo que consideró una contradicción legal: “Una chica de 12 años no puede quedar embarazada, pero un nene de 12 sí puede matar”, en alusión a la diferencia entre la edad de consentimiento sexual y la edad de imputabilidad penal, que en Argentina está fijada en 16 años.

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Canaletti replicó desde una perspectiva legal, indicando que la comisión de un delito por parte de un menor no implica automáticamente su procesamiento penal. “Puede matar, el nene puede matar a los tres años, los cuatro, los cinco... no viene al caso”, afirmó, subrayando que el sistema judicial establece edades mínimas para definir si el Estado puede intervenir penalmente.

Marzol insistió con su planteo y fue respaldada por Juana Viale, quien recordó que hay proyectos en debate para modificar esa edad. En ese punto, Canaletti lanzó una de las frases más comentadas del programa: “Ni los milicos bajaron la edad de imputabilidad”. La afirmación generó incomodidad inmediata en la conductora, que respondió: “¿Y qué tiene que ver con eso?”, calificando el argumento como extremo.

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El intercambio continuó subiendo de tono cuando Canaletti tildó de “tontería” el razonamiento que planteaba Marzol. “Me faltás el respeto si decís que lo que digo es una tontería”, replicó la actriz. El periodista aclaró que no aludía directamente a ella, sino a la debilidad del argumento repetido por muchas personas. “Un argumento flojo, repetido por un millón de personas, sigue siendo un argumento flojo”, explicó.

Juana Viale intervino con la intención de encauzar el debate hacia posibles soluciones alternativas al sistema punitivo tradicional. “¿Qué se puede hacer? ¿Se lo educa, se lo retiene, se lo lleva a un lugar que no sea una cárcel común?”, preguntó. Canaletti coincidió en la existencia de estos centros, aunque advirtió que en muchos casos no funcionan como deberían debido a la falta de recursos y políticas adecuadas.

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Sin embargo, la tensión reapareció cuando Marzol ironizó sobre la falta de soluciones concretas. “Entonces es un problema que no tiene solución, así que no hagamos nada…”, dijo. Canaletti respondió que no es un tema que se pueda resolver en una mesa televisiva, lo que generó una nueva molestia en la actriz: “No, obvio, tampoco yo soy idiota, más allá de que mis pensamientos quizás lo sean”, expresó con tono crítico.

La situación llevó a Juana Viale a intervenir nuevamente para pedir respeto entre los participantes. “Si lo dijiste, te pido que te retractes”, dijo dirigiéndose al periodista. Canaletti negó haber hecho un comentario ofensivo, pero volvió a insistir en su postura: “Todo el mundo tiene derecho a opinar, pero no todo el mundo tiene derecho a que yo considere su opinión”.

Finalmente, Viale le recordó que no existe una única verdad. “Nadie tiene la verdad, sino estarías trabajando en el Ministerio de Seguridad”, lanzó, lo que provocó otra reacción del periodista. “No, señora. Justamente, uno de los problemas de la modernidad es la desvalorización del trabajo periodístico”, respondió, cerrando así un cruce que dejó en evidencia la complejidad y sensibilidad del debate sobre la imputabilidad penal juvenil en Argentina.

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