Explosión en Rawson: el techo de machimbre, el motivo por el que no hubo muertos

Mientras avanza la investigación judicial por la explosión de una garrafa en una lomoteca de Rawson, que dejo tres heridos internados en coma farmacológico, se supo el motivo por el que no hubo muertos: el techo cedió porque era de machimbre y eso permitió que el fuego saliera y no quedara adentro provocando una tragedia mayor, según expresaron fuentes del caso.

Las primeras pericias realizadas en el lugar del incidente sugieren que la explosión se debió a un error humano. De acuerdo con la investigación, llevada a cabo por el fiscal de la UFI Delitos Especiales, Francisco Pizarro, se sospecha que los empleados intentaron cambiar la garrafa mientras las hornallas estaban encendidas, lo que provocó una fuga de gas y la posterior combustión. Si el techo hubiera sido de losa, el fuego se habría expandido por adentro del local, ocasionado más daño a los tres empleados que quedaron internados en terapia intensiva del Hospital Marcial Quiroga.

El informe preliminar de los bomberos descarta una falla en la instalación del local, reforzando la hipótesis de que la causa fue un error en la manipulación del artefacto. Sin embargo, aún resta que Bomberos y peritos de la Policía de San Juan entreguen los informes con los resultados concluyentes para la investigación.

El hecho ocurrió el pasado viernes 6 de septiembre a las 21 horas en el local gastronómico ubicado en la intersección de las calles Mendoza y Fermín Rodríguez, en Rawson. Las primeras informaciones indicaron que los empleados comenzaron a percibir un fuerte olor a gas que provenía de una garrafa de 15 kilos utilizada para cocinar. Al intentar manipularla para retirarla del lugar, se produjo la explosión.

Parte médico

El equipo médico, que atiende a las tres víctimas de la explosión: Roberto Escafide (28 años), Brian Rosales (24) y Raúl Luna (23), indicó que los afectados siguen recibiendo curaciones por parte del servicio de Quemados del Marcial Quiroga, debido a la severidad de las lesiones que sufrieron. Además, dos de los pacientes comenzaron tratamiento con antibióticos para evitar posibles infecciones, aunque el pronóstico sigue siendo reservado.

Cabe recordar que en el mismo incidente, Tamara Rosales, de 31 años, también resultó afectada, pero sus heridas fueron leves y fue dada de alta pocas horas después del estallido. Hasta el momento, no hay imputados por el hecho, y las causas que originaron la explosión siguen bajo investigación.

Los médicos continúan monitoreando de cerca a los tres pacientes, quienes aún enfrentan un cuadro delicado, y se espera que los próximos días sean cruciales para evaluar su evolución.