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Cayó el gobierno de Bulgaria tras semanas de protestas contra la corrupción
Más de 100.000 personas se manifestaron en Sofía contra la corrupción y el presupuesto 2026 en euros; el primer ministro anunció la dimisión antes de la votación de censura.
POR REDACCIÓN
El gobierno de Bulgaria anunció su dimisión este jueves en medio de una crisis política provocada por semanas de protestas masivas contra la corrupción y las medidas económicas vinculadas a la próxima adopción del euro como moneda oficial.
Más de 100.000 personas se congregaron en Sofía para exigir la renuncia del Ejecutivo, que se concretará formalmente el próximo viernes con la presentación oficial de la dimisión ante el parlamento.
El primer ministro, Rosen Zhelyazkov, confirmó la decisión en el parlamento: “Antes de la votación de censura de hoy, el gobierno está dimitiendo”. La coalición minoritaria, liderada por el partido centroderecha Ciudadanos por el Desarrollo Europeo de Bulgaria (GERB), cedió ante la presión política y social.
La oposición había presentado una moción de censura respaldada por el malestar ciudadano, que se expresó en manifestaciones multitudinarias durante la última semana. El descontento se profundizó tras la presentación del presupuesto 2026, que por primera vez se elaboró en euros, coincidiendo con la inminente incorporación de Bulgaria a la Eurozona como su miembro número 21.
La adopción del euro, prevista para las próximas semanas, implica ajustes fiscales significativos, incluyendo incrementos en impuestos, contribuciones a la seguridad social y gastos públicos, medidas exigidas por la Unión Europea para cumplir con sus estándares económicos.
Las protestas crecieron rápidamente: la semana pasada congregaron a más de 50.000 personas en el centro de Sofía, y el miércoles siguiente esa cifra se duplicó, alcanzando cerca de 110.000 manifestantes en una ciudad de 1.3 millones de habitantes.
La oposición y los manifestantes acusan al primer ministro de colaborar con el político y oligarca Delyan Peevski para favorecer intereses oligárquicos en la política local. Peevski ha sido sancionado por Estados Unidos y Reino Unido, lo que alimenta aún más el rechazo popular.
El primer ministro sostuvo que “las decisiones de la Asamblea Nacional son significativas cuando reflejan la voluntad del pueblo” y que buscan estar alineados con las expectativas sociales.
Tras la presentación formal de la renuncia, el parlamento deberá votar para aceptarla. Si se aprueba, la segunda fuerza política tendrá la responsabilidad de formar un gobierno provisional. En caso de no obtener mayoría, la tercera fuerza parlamentaria podría asumir el mando.