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Provinciales > De paso por San Juan

La historia del chileno que viaja en bicicleta desde Ushuaia hasta Alaska

Juan Carlos Carreño pasó por Pocito en el marco de su viaje por la Ruta 40 de punta a punta. Esto le permitió no solo descansar, sino también conectar con los lugareños, quienes se sorprendieron al escuchar su historia.

POR REDACCIÓN

13 de septiembre de 2024
Juan Carlos Carreño, un ciclista chileno de 71 años, está viviendo una aventura de proporciones épicas. Foto: Gentileza.

Juan Carlos Carreño, un ciclista chileno de 71 años, está viviendo una aventura de proporciones épicas al recorrer la Ruta 40 desde Ushuaia hasta Alaska. En su travesía, hizo una breve, pero significativa parada en el departamento de Pocito, donde descansó y recargó energías para continuar su impresionante viaje.

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El ambicioso proyecto de Carreño comenzó hace un año. Luego de partir desde su natal Chile, llegó a Tierra del Fuego, donde inició oficialmente su recorrido por la Ruta 40. A pesar de su edad, Juan Carlos demuestra que los sueños no tienen fecha de caducidad, transitando 100 kilómetros por día con una determinación que inspira a quienes lo cruzan en su camino.

"Hace un año surgió este proyecto, siempre tuve bicicleta. Recorrí todo Chile", relató Carreño al compartir los orígenes de su travesía. "He pasado el último año haciendo las rutas panamericanas y la meta es llegar a Alaska", agregó, emocionado por los paisajes y las experiencias que ha vivido en cada kilómetro recorrido.

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Su paso por Pocito le permitió no solo descansar, sino también conectar con los lugareños, quienes se sorprendieron al escuchar su historia y lo alentaron a continuar. Este tipo de interacción ha sido una constante en su viaje, donde ha recibido el apoyo y la admiración de muchas personas en su ruta.

Con la misma bicicleta que lo ha acompañado en innumerables rutas a lo largo de su vida, Juan Carlos continúa pedaleando hacia el norte, determinado a cumplir su sueño. Su historia es un recordatorio de que nunca es tarde para emprender una aventura y que la voluntad puede llevarnos a alcanzar metas que, en un principio, parecen inalcanzables.

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Para Carreño, llegar a Alaska no es solo una meta geográfica, sino un símbolo de superación personal y un ejemplo de perseverancia que desafía los límites de la edad.

 

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