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La impactante erupción del volcán Etna en Italia: columnas de humo, explosiones y alerta roja para la aviación
El volcán Etna, ubicado en la isla italiana de Sicilia, protagonizó una nueva e impresionante erupción que sorprendió a residentes y turistas durante la madrugada del lunes.
Por Mauro Cannizzo 02 de junio de 2025
El volcán Etna, ubicado en la isla italiana de Sicilia, protagonizó una nueva e impresionante erupción que sorprendió a residentes y turistas durante la madrugada del lunes. Una densa columna de humo negro se elevó varios kilómetros sobre el cráter sudeste tras un colapso parcial, acompañado de violentas explosiones y una avalancha de material piroclástico que descendió por la ladera sureste del volcán. Aunque este tipo de actividad no es inusual en la región, el fenómeno ha despertado inquietud, especialmente por su posible impacto en el tráfico aéreo del aeropuerto de Catania.
El Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV) con sede en Catania informó que el evento fue provocado por un flujo piroclástico generado, probablemente, por el derrumbe de una sección del flanco norte. Este material incandescente superó la barrera natural del Valle del Leone, a casi 2.900 metros de altura, dando paso a una fase de intensa actividad explosiva. Fuentes de lava visibles desde la distancia marcaron el inicio del fenómeno durante las primeras horas del día.
Las medidas de seguridad tras la erupción del volcán
A pesar de la potencia del episodio, las autoridades locales han subrayado que no representa un riesgo inmediato para la población. El alcalde de Catania, Enrico Tarantino, aseguró que la situación está controlada y que la erupción se ajusta al comportamiento esperado del volcán. “No hay motivo de alarma. Se trata de una manifestación típica del Etna y ya se habían tomado medidas preventivas, como el cierre del acceso a las zonas más elevadas”, explicó.
En términos sísmicos, los temblores alcanzaron una elevada amplitud, pero se mantuvieron restringidos a las partes altas del volcán, lejos de áreas habitadas. La erupción, que constituye la decimocuarta del año, se enmarca dentro de una actividad de tipo estromboliana, caracterizada por explosiones frecuentes pero de baja energía relativa. El INGV emitió una alerta roja para la aviación (nivel VONA), aunque las condiciones climáticas (cielos despejados y ausencia de viento) evitaron que la nube volcánica afectara los vuelos en la región.
La escena atrajo la atención de numerosos visitantes, que aprovecharon el clima favorable para acercarse a las faldas del Etna y observar el espectáculo natural. Desde la Diócesis de Acireale, cercana al volcán, se compartió un mensaje de asombro y respeto: “El Etna nos recuerda una vez más la fuerza imponente de la naturaleza que habitamos”. Mientras tanto, los expertos continúan con el monitoreo constante del coloso siciliano, cuyo comportamiento sigue bajo estricta vigilancia científica.