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Salud y Bienestar > Burnout

Encuesta reveló que más de la mitad de los trabajadores argentinos tiene diagnóstico de salud mental

El 51% de los empleados en Argentina reportó haber recibido un diagnóstico relacionado con salud mental durante su vida laboral, mientras que la mayoría señala la falta de políticas empresariales adecuadas y el estigma como principales obstáculos.

POR REDACCIÓN

Hace 2 horas
El impacto emocional de los diagnósticos es significativo. Foto: Gentileza.

Una encuesta realizada por Bumeran junto a Carolina Borrachia de Combo reveló que el 51% de los trabajadores argentinos ha recibido al menos un diagnóstico de salud mental a lo largo de su trayectoria laboral. Entre los trastornos más comunes se encuentran la ansiedad generalizada (37%), trastorno de ansiedad social (16%), trastorno depresivo mayor (11%) y trastorno de estrés postraumático (7%).

El estudio, denominado “El desafío invisible: salud mental en el trabajo”, se basó en las respuestas de más de 4.800 personas con experiencia laboral, de las cuales 1.257 son argentinos. Este análisis permitió identificar patrones de exclusión, estigmatización, burnout y evaluar el impacto de las políticas empresariales en el bienestar emocional de los empleados.

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Uno de los hallazgos más preocupantes fue la ausencia de políticas corporativas para acompañar la salud mental. El 64% de los trabajadores argentinos afirmó que su empresa no cuenta con iniciativas en este ámbito, mientras que un 32% desconoce si existen y apenas un 4% confirma su presencia.

Además, el 78% indicó que no recibe programas de bienestar. En los casos donde sí se ofrecen beneficios, los más mencionados incluyen capacitaciones sobre salud mental (8%), acceso a gimnasios (6%), líneas telefónicas de apoyo (6%), equipos de psicólogos (5%) y talleres de coaching (4%).

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Un trabajador resumió la situación señalando: “Las empresas solo colocan carteles con frases motivadoras, pero después, cuando alguien necesita ayuda, empiezan los problemas y las estigmatizaciones que ponen en peligro la continuidad laboral”.

El impacto emocional de los diagnósticos es significativo. El 50% de los encuestados manifestó sentir tristeza al recibir un diagnóstico, el 46% experimentó miedo, y solo un 6% se sintió tranquilo. El estigma social también pesa: el 65% considera que tener un diagnóstico de salud mental es motivo de discriminación.

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Por este motivo, la mayoría prefiere no compartir su situación con sus superiores: un 61% no lo hizo con su jefe y un 75% tampoco con recursos humanos. Entre quienes informaron su condición, el 48% reportó que la empresa no tomó ninguna medida, el 26% recibió apoyo y el 17% fue tratado de forma diferente.

Un empleado expresó: “Debería haber un acompañamiento, los jefes deberían tener capacitación sobre este tema. Muchos piensan que pueden sobrecargar al trabajador sin reconocer el trabajo que ha realizado”.

El agotamiento laboral o burnout afecta al 37% de los trabajadores argentinos. Esta problemática es más grave entre quienes tienen un diagnóstico de salud mental, ya que el 60% de ese grupo faltó al trabajo por esta causa, en contraste con el 26% sin diagnósticos previos.

Trastornos como esquizofrenia, depresión mayor o fobias multiplican por tres la probabilidad de ausencias laborales por motivos de salud mental en comparación con quienes no presentan diagnósticos.

El descanso es un aspecto crítico: el 67% de los empleados duerme entre cuatro y siete horas diarias, y solo un 27% alcanza las ocho horas recomendadas. En casos de depresión mayor, TDAH o ansiedad generalizada, más del 70% duerme menos de lo aconsejado, lo que se relaciona con una mayor percepción de carga laboral.

La encuesta también reveló que la mitad de los trabajadores no logra desconectarse del trabajo en su tiempo libre, afectando su bienestar general.

En cuanto al clima laboral, el 74% atribuye el deterioro de su salud mental a la relación con algún jefe o jefa, y el 53% a la relación con compañeros. Además, el 85% de quienes se sienten afectados por sus pares también identifica a sus superiores como fuente de desgaste emocional.

Testimonios reflejan la falta de respaldo: “Necesitan resultados y si no hacés las cosas bien, te torturan la cabeza” y “Deberían comprobar que hasta el ambiente laboral de hipocresía y explotación tiene efectos nocivos para la salud en general”.

Finalmente, el 82% de los trabajadores considera que las empresas no se preocupan por la salud mental, lo que erosiona la confianza y aumenta el riesgo de estigmatización. Solo un 18% cree que sus líderes poseen las habilidades necesarias para abordar estos temas en el ámbito laboral.

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