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Mendoza y la pérdida de US$2 mil millones: los debates pendientes sobre recursos y economía
En la última década, Mendoza experimentó una pérdida de casi 2 mil millones de dólares en su Producto Bruto Geográfico. Mientras el oficialismo defiende su gestión, los números reflejan un empobrecimiento y una falta de crecimiento sostenido. Los debates sobre recursos naturales, economía y desarrollo continúan abiertos.
POR REDACCIÓN
En la última década, Mendoza registró una pérdida de casi 2 mil millones de dólares en su Producto Bruto Geográfico (PBG), una cifra que refleja el impacto económico y social en la provincia. De acuerdo con el anuario del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL), en 2014 el PBG mendocino era de 17.464 millones de dólares, mientras que en 2024 se redujo a 15.822 millones. Este descenso equivale a la mitad del presupuesto total del Estado provincial para 2025 y afecta directamente la calidad de vida de los mendocinos.
A pesar del crecimiento en sectores como la vitivinicultura, el turismo y la tecnología, el impacto económico negativo se hizo evidente. El empobrecimiento de la provincia se dio en un contexto nacional de deterioro económico, con más de un tercio de la población argentina en condiciones de vulnerabilidad.
Desde el Gobierno provincial, la discusión sobre estos números genera incomodidad. La década política encabezada por el radicalismo ha tenido logros en la gestión de servicios y recuperación de la autoridad gubernamental, pero también ha carecido de debates profundos sobre el desarrollo económico. La ausencia de una oposición fuerte ha contribuido a una falta de alternativas de peso dentro del oficialismo.
Uno de los ejes de discusión en el presente es la explotación de los recursos naturales. Mendoza impulsa nuevamente la minería con proyectos como Cerro Amarillo, Hierro Indio y San Jorge, iniciativas que en el pasado generaron rechazo y que hoy son defendidas por actores que antes se oponían. También se retomaron estrategias del pasado, como la concesión privada para mejorar la infraestructura vial, similar a la aplicada en la década de 1990.
El agua es otro punto central en el debate. El plan hídrico desarrollado por Irrigación con asesoramiento de la empresa Mekorot propone un mayor control estatal sobre la gestión del recurso. Sin embargo, los usuarios, especialmente los regantes, exigen participar en la supervisión de la actividad minera, ya que consideran que el uso del agua es clave en esta discusión.
El futuro del sector petrolero también genera incertidumbre. La salida de YPF del negocio en Mendoza deja un panorama ambiguo, con expectativas en la llegada de nuevas empresas, pero también con el riesgo de repetir errores del pasado. El desarrollo de Vaca Muerta en la provincia enfrenta desafíos logísticos y de infraestructura que podrían limitar su expansión.
Mendoza atraviesa un período de redefinición económica, en el que las decisiones sobre el manejo de sus recursos y las estrategias de crecimiento determinarán su futuro. Los debates sobre cómo revertir la pérdida de riqueza y garantizar un desarrollo sostenible siguen abiertos y aún esperan respuestas concretas.