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Mensaje de Pentecostés: León XIV llamó a derribar muros y abrirse al Espíritu
En la misa de Pentecostés celebrada en la Basílica de San Pedro, el Papa León XIV reflexionó sobre el poder del Espíritu Santo para sanar divisiones y renovar la Iglesia en tiempos de polarización global.
POR REDACCIÓN
Durante su homilía por la solemnidad de Pentecostés, el papa León XIV destacó este domingo el papel del Espíritu Santo como fuerza renovadora que impulsa a la Iglesia a superar barreras y salir al encuentro del mundo. “Donde hay muros, el Espíritu abre caminos; donde hay miedo, Él trae valentía; donde hay odio, suscita amor”, expresó desde el altar mayor de la Basílica de San Pedro ante miles de fieles.
León XIV remarcó que el Espíritu Santo no es un mero símbolo litúrgico, sino el alma de la Iglesia viva, que promueve la unidad en la diversidad y derriba las fronteras impuestas por la rigidez o el miedo. En ese sentido, advirtió sobre el peligro de convertir la fe en un ritual sin vida, y llamó a evitar una Iglesia cerrada en sí misma, “como una aduana que regula el paso”, en lugar de ser “una casa abierta para todos”.
El papa también hizo un llamado a los católicos a ser “instrumentos de paz” en un mundo herido por el conflicto y la fragmentación. Recordó que Pentecostés marca el inicio misionero de la Iglesia, e insistió en que el catolicismo debe ser vivido con alegría, audacia y escucha activa. “Hoy más que nunca necesitamos creyentes que tiendan puentes, que escuchen y que no teman a la novedad del Evangelio”, concluyó León XIV con firmeza.