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Muertos por monóxido en Devoto: cómo sigue el menor, único sobreviviente

Milo, el bebé de un año y medio que sobrevivió a la intoxicación por monóxido de carbono que mató a sus padres, hermana y sus abuelos en Villa Devoto, permanece internado en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Gutiérrez.

POR REDACCIÓN

Hace 12 horas
(Imagen: gentileza)

La tragedia ocurrida esta semana en Villa Devoto dejó cinco víctimas fatales por intoxicación con monóxido de carbono. El único sobreviviente fue Milo De Nastchokine, un bebé de apenas un año y medio, quien permanece internado en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez.

De acuerdo al último parte médico difundido por fuentes oficiales y al que accedió TN, el pequeño Milo presenta una “intoxicación grave con monóxido de carbono”. Actualmente se encuentra con cánula de alto flujo como soporte ventilatorio, aunque no requiere drogas inotrópicas ni vasopresoras, un signo positivo respecto a su estabilidad hemodinámica. De todos modos, sigue en monitoreo continuo y estricto por el equipo médico.

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(Imagen: gentileza)

El martes por la mañana, los bomberos lo hallaron consciente, pero con altos niveles de carboxihemoglobina en sangre, un indicador directo de intoxicación por monóxido. Estaba en una habitación contigua a aquella donde murieron sus padres, su hermana de 4 años y sus abuelos. Inicialmente, Milo fue trasladado de urgencia al Hospital Zubizarreta, y luego derivado al Gutiérrez, donde se encuentra actualmente.

¿Qué provocó la tragedia?

Las pericias revelaron que la causa de los decesos fue una falla en la caldera combinada con la obstrucción de las rejillas de ventilación, las cuales habían sido tapadas con cinta adhesiva por la propia familia.

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“El aparato generaba concentraciones peligrosas de monóxido de carbono que no eran evacuadas al exterior, sino que se acumulaban en los pisos superiores debido a filtraciones en el cielorraso y el piso flotante”, indica el informe preliminar. Además, se detalló que el conducto de evacuación estaba corroído y que la caldera no contaba con el mantenimiento adecuado.

Otro dato inquietante que surgió durante la investigación es que la familia había solicitado presupuestos para reparar la caldera. De hecho, los montos de "$1.200.000” y “$600.000” estaban anotados y pegados sobre el artefacto, según pudo constatar la Policía Científica. Esto indicaría que los adultos sabían que existía un desperfecto y tenían intenciones de solucionarlo, aunque no llegaron a tiempo.

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Las víctimas fueron identificadas como Demetrio De Nastchokine (79 años), su esposa Graciela Just (75), su hijo Andrés De Nastchokine (43), su pareja Marie Lanane (42) y la hija de ambos, Elisa, de cuatro años.

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