Departamentales > Inseguridad
Vecinos de Pocito reclamaron por robos de alumbrado público en Calle 11
Con el vandalismo, la zona no está iluminada, lo que afecta principalmente a los chicos que van a la escuela temprano.
Por Federico Mir Muñoz 06 de junio de 2025
Hace tres años, la Municipalidad de Pocito inauguró una esperada obra de urbanización sobre Calle 11, entre Vidart y Chacabuco. Se trataba de un veredín con iluminación LED, pensado para mejorar la circulación peatonal y la seguridad del barrio, ya que en la zona se encuentra también la Escuela 12 de Agosto. Sin embargo, el paso del tiempo no trajo mejoras, sino un problema creciente: el robo sistemático de las luminarias, el cual fue en aumento durante los meses recientes.
“Estamos cansados de los robos por Calle 11, desde Vidart hasta la Escuela 12 de Agosto. En la zona había un veredín, muy lindo e iluminado, que ya hacía falta, pero hay gente dañina”, relató a DIARIO HUARPE, Yésica Herrera, una de las vecinas que sufre el día a día la inseguridad y falta de luminarias. La bronca se repite en cada cuadra, donde las pilastras están destruidas, a tal punto que algunas son arrancadas, los cables cortados y las farolas desaparecidas.
La situación afecta especialmente a los niños y adolescentes que caminan cada mañana hacia la escuela en plena oscuridad. Además, la falta de iluminación en las paradas de colectivo genera una sensación de vulnerabilidad en quienes usan el transporte público temprano o al anochecer. En algunos casos, incluso los automovilistas deben extremar precauciones al circular por la zona.
Herrera, vecina de la zona, contó con preocupación: “Vimos cómo rompen las pilastras y farolas. Nos gustaría que pongan algo para frenar la inseguridad. Esperamos que el intendente haga algo, que la policía pase más seguido, porque estamos cansados de los robos”.
Según relataron otros vecinos, el vandalismo ocurre en horarios nocturnos y los delincuentes actúan con total impunidad. “Ya no sabemos si es por robar cables, por hacer daño o por ambas cosas. Pero nadie hace nada, y así estamos cada vez más a oscuras”, comentó otra residente.
Además de la oscuridad, la falta de respuesta oficial es un punto que genera indignación. Algunos aseguraron haber hecho denuncias a la Policía y presentado notas en la Municipalidad, sin obtener soluciones concretas. “Queremos que se reponga la iluminación, pero sobre todo que se proteja. Que no vuelva a pasar lo mismo”, remarcaron.
La inseguridad nocturna en la zona generó cambios en las rutinas. Algunas familias ya no permiten que sus hijos caminen solos, mientras que otras optaron por dejar de usar el transporte público para evitar esperar en paradas a oscuras. Los vecinos se mantienen en constante comunicación, para así cuidarse entre ellos.
Desde la municipalidad aún no se expresaron oficialmente sobre este reclamo. Los vecinos, en tanto, insisten en que el problema va más allá de la pérdida material. “No es solo la farola o el cable, es el miedo, la inseguridad, la tristeza de ver cómo destruyen algo que nos hacía bien”, concluyó Yésica.
La comunidad de Pocito pide respuestas urgentes. Quieren que la inversión de hace tres años no se pierda en el abandono, y que la calle vuelva a ser un lugar de tránsito seguro, iluminado y digno para todos. La esperanza está puesta en que el reclamo sea escuchado y atendido cuanto antes, antes de que la oscuridad siga ganando terreno.