Un doble campeón de UFC fue arrestado por ataques y "delirio"

BJ Penn, uno de los nombres más grandes en la historia de las MMA, atraviesa el momento más oscuro de su vida tras el retiro en UFC. El primer campeón en dos divisiones de UFC se encuentra envuelto en una preocupante espiral de comportamientos erráticos y agresivos, marcados por múltiples enfrentamientos con la ley y un deterioro psicológico que alarma tanto a su entorno como a la opinión pública.

Recientemente, medios estadounidenses informaron que Lorraine Shin, madre del expeleador, presentó una denuncia por “abuso psicológico extremo”. La situación escaló hasta el punto de que la policía se vio obligada a detener a BJ Penn en dos ocasiones en apenas 48 horas. Según la denuncia, el ex luchador ha desarrollado la creencia de que su familia fue asesinada y reemplazada por impostores, lo que ha derivado en una serie de conductas hostiles dentro de su propio hogar.

La situación actual del expeleador de UFC

En sus redes sociales, BJ Penn llegó a solicitar ayuda directa a la policía de Hilo, Hawái, afirmando que su madre y hermanos habían sido asesinados, y pidiendo una investigación urgente. Asegura que los actuales ocupantes de su casa no son su verdadera familia, y ha exigido su desalojo. “Estos no son ellos”, habría declarado, en un mensaje marcado por el delirio y la desconfianza absoluta.

Lorraine Shin también ha denunciado incidentes de robo y acoso por parte de su hijo, quien ha llegado a bloquearle el acceso a partes de la vivienda y manipular las cámaras de seguridad. Entre otras acciones preocupantes, habría sellado las cerraduras con silicona y ocultado los objetos personales de su madre sin dar explicaciones. Todo esto se enmarca en una dinámica doméstica cada vez más insostenible.

Especialistas consultados por la familia sospechan que BJ Penn podría estar sufriendo del síndrome de Capgras, una alteración mental que lleva al paciente a creer que sus seres queridos han sido reemplazados por dobles. Aunque no existe un diagnóstico oficial, se baraja la posibilidad de que años de traumas craneales acumulados en su carrera profesional, sumados a factores genéticos y negligencia en el tratamiento de sus lesiones, hayan contribuido al deterioro mental del ex campeón. Una historia trágica que recuerda a otros casos similares en el mundo del deporte de contacto.