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Vigorexia en adolescentes: la obsesión muscular que alerta a especialistas
La vigorexia o dismorfia muscular avanza entre adolescentes, impulsada por redes sociales e ideales estéticos. Los expertos advierten sobre síntomas clave, ejercicio excesivo, dieta rígida, uso de esteroides, y piden alerta a padres y educadores para prevenir consecuencias físicas y emocionales.
POR REDACCIÓN
La vigorexia, también llamada dismorfia muscular o "anorexia inversa", es un trastorno mental caracterizado por la obsesión de ganar masa muscular y la distorsión permanente del cuerpo. Los adolescentes, especialmente varones entre 15 y 25 años, sienten que nunca están lo suficientemente musculosos, lo que los obliga a realizar ejercicio excesivo, seguir dietas rígidas y, en casos graves, recurrir a esteroides o suplementos.
Las señales de alerta incluyen dedicar más de ocho horas al gimnasio, abandonar actividades sociales o académicas, ansiedad al perder una sesión y cambios de humor o irritabilidad. Además, muchos evitan comidas y modifican su dieta de forma obsesiva, consumiendo proteínas en exceso o incluso abusando de sustancias anabólicas.
El impacto psicológico es severo: baja autoestima, aislamiento social, compulsión por compararse en redes y pensamiento constante sobre el cuerpo. Según un estudio en Canadá, uno de cada cuatro jóvenes varones de 16 a 25 años está preocupado por no estar lo bastante musculoso, y el 11 % recurre a suplementos o esteroides.
Especialistas instan a padres y docentes a educar sobre la salud integral, promover una imagen corporal realista y supervisar contenidos en redes. La prevención incluye fortalecer la relación con el cuerpo, fomentar actividades grupales, valorar logros más allá de lo estético, y buscar ayuda profesional (psicología, nutrición) ante los primeros indicios.