El detenido por atropellar en estado de ebriedad y matar a dos policías en Chimbas quería llegar a un juicio abreviado para ser condenado a cuatro años de prisión. Pero la Justicia le negó esa oportunidad y ahora podría recibir una pena más grave. Los familiares de las víctimas reclamaron en la puerta del Palacio de Justicia.
La defensa de Ricardo Montero presentó un informe médico para descartar el agravante del alcohol en sangre y de esta forma lograr cumplir una hipotética sentencia en libertad.