El Consejo de Hidráulica firmó un nuevo procedimiento para que los inspectores tengan más herramientas. Sacan agua que está destinada a riego y la venden para llenar piletas.
En medio de la crisis hídrica, y con una bajada de línea a las fuerzas de seguridad para reforzar los controles, buscan evitar que se desvíe el poco caudal que tienen los productores.