POR REDACCIÓN
13 de noviembre de 2019
La presidenta de Bolivia, Jeanine Áñez, removió hoy a la cúpula de las Fuerzas Armadas y tomó juramento a los nuevos jefes militares, en un acto que incluyó un crucifijo y dos cirios junto a la Constitución. Áñez designó comandante en jefe de las Fuerzas Armadas al general del Ejército Carlos Orellana, quien sucedió a su polémico camarada de armas Williams Kaliman, quien el domingo pasado sugirió públicamente a Evo Morales que renunciara a la Presidencia de la República. Kaliman había asumido ese puesto en diciembre de 2018, momento en el que se declaró “soldado del proceso de cambio”, tal como llamaba Morales a su gestión, y se refirió al entonces mandatario como “hermano presidente”. En el mismo acto, Áñez tomó juramento a los generales Ciro Álvarez Armada e Iván Rioja como comandantes del Ejército y la Fuerza Aérea, respectivamente, y al contralmirante Moisés Mejía como jefe de la Armada. Los nuevos jefes castrenses juraron en una ceremonia en la que se incluyeron un crucifijo y dos cirios junto a la Constitución, pese a que esta declara a Bolivia como Estado laico.
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