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Argentina enfrenta la mayor anomalía climática de Sudamérica en 2024
Un reciente informe de la Organización Meteorológica Mundial y Climate Central revela que Argentina lidera el continente en anomalías climáticas, con temperaturas históricamente altas que han afectado gravemente la región. Los impactos globales del calentamiento continúan empeorando, marcando un año récord de fenómenos extremos.
El cambio climático sigue alterando los patrones climáticos globales, y Argentina se ha destacado, lamentablemente, como el epicentro de la peor anomalía climática registrada en Sudamérica durante el 2024.
Según un reciente informe publicado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) en conjunto con Climate Central, el país sudamericano ha experimentado una desviación de 0,9 grados Celsius sobre el promedio histórico de temperaturas registradas entre 1991 y 2020, posicionándose como el territorio más afectado del continente.
Este informe no solo arroja cifras alarmantes, sino que también subraya que el calentamiento global continúa acelerándose a una velocidad sin precedentes. En el caso de Argentina, los eventos de calor extremo fueron notoriamente intensos, especialmente en el centro del país, donde ciudades como Córdoba registraron temperaturas históricas, superando incluso los umbrales considerados normales para la región.
El impacto global del calentamiento: un fenómeno sin retorno
El informe destaca que 2024 no solo es un año récord para Argentina, sino que a nivel global se ha registrado el año más cálido en 175 años. Este fenómeno global ha generado un aumento significativo en las emisiones de gases de efecto invernadero y ha intensificado fenómenos climáticos como la transición de La Niña a El Niño, lo que exacerba las altas temperaturas en muchas partes del planeta.
A lo largo de 2024, se documentaron más de 100 eventos climáticos extremos en el continente americano, que incluyen olas de calor, ciclones tropicales, sequías e inundaciones, todos favorecidos por el calentamiento global.
Estos eventos no solo han dejado huellas visibles en el medio ambiente, sino que también han causado la muerte de al menos 354 personas, heridas a más de un millón y desplazamientos masivos de alrededor de 29,000 individuos.
En la región sur de América Latina, los incendios forestales, la escasez de agua y las temperaturas extremas han sido parte de una rutina diaria que deja claro que el cambio climático está lejos de ser un fenómeno lejano.
Argentina, epicentro del calor extremo
En América del Sur, casi 364 millones de personas se vieron afectadas por temperaturas superiores al promedio histórico, con al menos un tercio de la temporada experimentando días de calor extremo. En este contexto, Argentina, con su población de más de 47 millones de habitantes, lidera la lista de anomalías térmicas. Durante los últimos tres meses, se registraron 30 días con calor extremo, por encima del umbral local considerado como peligroso para la salud.
Según los expertos, cuando las temperaturas superan este umbral, el riesgo para la salud aumenta considerablemente, elevando la mortalidad.
Este aumento de las temperaturas no se limita únicamente a un fenómeno aislado en ciertas zonas del país, sino que afecta a las principales ciudades argentinas, como Buenos Aires, Córdoba y Rosario, que vieron cómo las olas de calor alcanzaron valores inéditos para la región.
El calentamiento global, una amenaza irreversible
Los expertos que participaron en la elaboración del informe de la OMM han señalado que las consecuencias del calentamiento global inducido por la actividad humana están dejando un impacto irreversible.
La quema de combustibles fósiles, las deforestaciones masivas y otros factores de la actividad industrial continúan acelerando el proceso, con efectos que podrían perdurar durante siglos o incluso milenios.
La preocupación sobre la evolución de estos fenómenos es especialmente relevante, dado que, según los últimos informes, la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera ha alcanzado los niveles más altos de los últimos 800,000 años.
Asimismo, se documentaron máximos históricos en la temperatura de los océanos, el retroceso del hielo marino ártico y la pérdida de masa glaciar en varias regiones del planeta.
La Organización Meteorológica Mundial también advirtió que el nivel del mar ha comenzado a aumentar de manera más acelerada, con una duplicación de la tasa de incremento en los últimos años.
Un futuro incierto para América Latina
El futuro de las ciudades latinoamericanas frente a este cambio climático se torna incierto. Mientras algunos países se enfrentan a sequías extremas, otros como Brasil sufren inundaciones persistentes. Chile y Argentina, por ejemplo, enfrentan graves incendios forestales en el sur debido a las altas temperaturas, mientras que en México y América Central las sequías severas afectan a millones de personas.
Frente a este escenario, los desafíos para los gobiernos y las poblaciones se incrementan cada vez más. Los efectos ya palpables del calentamiento global requieren de una acción urgente y coordinada para mitigar los daños y adaptarse a formas de producción sustentables y amigables con el Ambiente. El informe de la OMM no deja dudas sobre la necesidad de una respuesta global inmediata para frenar este fenómeno que parece no tener marcha atrás.