Economía
Argentina llegó a 746 puntos de riesgo país, un mínimo histórico no visto desde el 2019
Argentina llegó este martes a 746 puntos de riesgo país, un nivel no visto desde el 2019. Esto está relacionado con el aumento de confianza por parte de los inversores.
POR REDACCIÓN
Argentina atraviesa un periodo alcista en los mercados bursátiles, con una creciente demanda de bonos soberanos y acciones, tanto a nivel local como internacional. Este repunte se reflejó en una notable caída del riesgo país, que se redujo a 746 puntos básicos, un nivel no visto desde el 21 de marzo de 2019, cuando alcanzó los 730 puntos. La baja de 33 unidades registrada el martes en el cierre del mercado fue una clara señal de la confianza que los inversores depositaron en la economía argentina.
El riesgo país, indicador elaborado por JP Morgan, midió la diferencia entre los rendimientos de los bonos del Tesoro de Estados Unidos, considerados un activo seguro, y los bonos de países emergentes como Argentina. La caída en el riesgo país estuvo relacionada con una mejora en las tasas de retorno de los bonos soberanos argentinos, que anotaron una ganancia promedio del 78% en 2024. Este descenso en el riesgo país tuvo su correlato en una menor presión sobre las tasas de interés, lo que facilitó tanto el acceso al crédito como la inversión en el país. Sin embargo, a pesar de la mejora, el riesgo país de Argentina continuó siendo uno de los más altos de la región, solo superado por Venezuela, Bolivia y Ecuador.
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El comportamiento de los bonos soberanos fue uno de los principales factores que impulsó esta caída en el riesgo país. Los bonos cortos, como los AL29 y AL30, vieron una baja significativa en su rendimiento, pasando del 60% anual en el momento de la asunción de a tasas del 13% y 13,8% anual. A su vez, los bonos de mayor plazo, como el AL35, AE38 y AL41, también mostraron una disminución en sus rendimientos, acercándose al 11% anual. La mejora en el riesgo país reflejó las políticas fiscales adoptadas por el gobierno de Milei, que incluyeron un manejo más estricto del presupuesto, superávit fiscales y un aumento de las reservas del Banco Central. Según Salvador Di Stefano, analista y asesor de negocios, la tendencia positiva en los mercados estuvo vinculada al hecho de que los inversores internacionales comenzaron a revisar sus decisiones e invertir nuevamente en Argentina, ya que la posibilidad de una reestructuración de deuda pareció cada vez más lejana.
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El reciente descenso en el riesgo país también fue respaldado por otros factores, como los vetos impuestos por el oficialismo en el Congreso, la negociación exitosa con Aerolíneas Argentinas y la imagen favorable del presidente Milei, que logró reforzar la confianza de los inversores. Además, el blanqueo de capitales, que aportó alrededor de 23.000 millones de dólares en efectivo, fue un impulso clave para fortalecer la estabilidad financiera del país. Gustavo Ber, economista, señaló que el optimismo de los inversores continuó reflejándose en la dinámica positiva de los activos domésticos, con una mejora en las valuaciones que siguió, incluso tras el vertiginoso ascenso de las últimas semanas. El plan de normalización económica implementado por el gobierno y la posible integración de Argentina a un entorno económico global más favorable, con expectativas de una colaboración más estrecha con Estados Unidos y el Fondo Monetario Internacional (FMI), también contribuyó a la reactivación del mercado.
A pesar de que el riesgo país de Argentina continuó siendo elevado en comparación con otros países de la región, la reciente caída en su nivel reflejó una mejora tangible en las condiciones económicas del país. Las reformas implementadas por el gobierno de Milei, la recuperación de la confianza de los inversores y el crecimiento de las reservas del Banco Central auguraron un camino de estabilidad económica. Sin embargo, aún quedaba trabajo por hacer para lograr una recuperación sostenida, y la clave estuvo en mantener el control fiscal y continuar avanzando en las reformas estructurales que permitieron reducir las tasas de interés y fomentar la inversión en el país.