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Atacaron a balazos la casa del líder de la barra de Huracán
Por una feroz interna por el poder de la tribuna y los negocios paralelos, el líder de la barra de Huracán sufrió un violento atentado en la puerta de su casa, donde cumple prisión domiciliaria.
POR REDACCIÓN
En la noche del miércoles, cerca de las 23, Claudio De Respinis, alias el Cone, jefe de la barra de Huracán, estaba recostado junto a su esposa viendo una serie mientras su hijo menor descansaba en otra habitación. De pronto, una serie de detonaciones alertó a la familia. Acostumbrado a los sonidos de disparos de armas de fuego, rápidamente entendió que no se trataba de ruidos fortuitos. Toda la familia se tiró al piso y, tras unos minutos, salieron a verificar los daños.
En la vía pública, el Cone constató que su camioneta Volkswagen gris había recibido cinco impactos de bala sobre el lateral derecho, del lado del conductor. Acto seguido, llamó al 911 y formalizó la denuncia, la cual fue radicada inicialmente en la fiscalía 29 y luego derivada a la fiscalía de Delitos Complejos de la Ciudad, donde se investigan los hechos vinculados a la feroz interna de la barra de Huracán.
En su declaración policial, De Respinis no brindó detalles sobre posibles autores del ataque, aunque las cámaras de seguridad ya captaron imágenes de dos vehículos sospechosos, en especial uno rojo que, según trascendió en el círculo íntimo de la barra, sería conocido y estaría relacionado con la interna, que estalló aun más luego de la derrota contra Platense en la reciente final.
La investigación maneja dos hipótesis principales. Una apunta a la lucha interna entre la facción oficial José C Paz y el grupo opositor Plaza España, liderado por el Gordo Pablo. La otra línea gira en torno al millonario negocio paralelo vinculado a los recitales en el estadio de Huracán, Tomás Adolfo Ducó, especialmente por los tres shows de La Renga programados entre el 28 de junio y el 5 de julio.
El enfrentamiento se habría intensificado tras un conflicto por el reparto de entradas para estos recitales. Mientras la barra oficial afirma haber recibido 500 tickets, trascendió que en realidad disponían de 1500, lo que disparó las sospechas y el descontento. El negocio es jugoso: cada entrada oficial cuesta 65.000 pesos, pero en la reventa alcanzan hasta los 100.000, generando una diferencia de 100 millones de pesos en juego.
Este episodio se suma a otros hechos recientes en la guerra interna. En marzo, también frente al domicilio del Cone, fue atacado con bombas molotov, situación que derivó en su condena de tres años en suspenso por tenencia ilegal de armas y abuso de armas, tras llegar a un juicio abreviado que le permitió dejar la cárcel luego de un mes de detención.
En la mira judicial también están Cristian Gualco y Eric Suárez, laderos del Gordo Pablo, con fuerte presencia en Villa Zabaleta, Lugano y Soldati. Si bien están imputados, las investigaciones aún buscan probar su participación directa en el primer ataque con molotovs.