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Tras las elecciones, el Banco Central flexibiliza encajes y da señales de reducir el apretón monetario
El organismo bajó el requerimiento diario de encajes del 100% al 95% con integración mensual, en una medida que busca aliviar la liquidez bancaria y descomprimir el costo del crédito a partir de noviembre.
POR REDACCIÓN
Después de las elecciones legislativas, el Banco Central de Argentina dio la primera señal concreta de alivio en la política monetaria restrictiva que aplicó en los últimos meses. Mediante la Comunicación A8350, el organismo decidió reducir el requerimiento de encajes bancarios, bajando el control diario del 100% al 95%, pero con integración mensual de esos saldos, una medida que comenzará a regir a partir de noviembre.
En agosto, el Banco Central había elevado los requisitos de efectivo mínimo para las entidades financieras a un nivel récord, exigiendo que mantuvieran diariamente el 100% de los pesos correspondientes en encajes, una cifra no vista desde 1992. Además, aplicó fuertes multas a quienes incumplieran esta norma, lo que generó una fuerte volatilidad en las tasas de interés en pesos durante las semanas siguientes.
La flexibilización anunciada busca otorgar mayor margen a los bancos para manejar su liquidez, ya que el cálculo diario exacto de los saldos se había vuelto complejo y obligaba a las entidades a mantener reservas excesivas para evitar sanciones. Sin embargo, esta reducción es menor a la esperada por el sector bancario, que solicitaba que el control diario se aplique al 80% de los pesos encajados, y consideran que la medida tiene "gusto a poco" aunque reconoce que va en la dirección correcta.
Gabriel Caamaño Gomez, de Outlier, señaló que "en la práctica queda un sistema de encajes diarios con un margen del 5%. Los bancos se pueden desviar del 100% de integración un 5% y en el mes tenés que cumplir el 100%, entonces en la práctica es como que seguís teniendo el encaje diario un poquito más flexibilizado. Viene lento el tema de la normalización".
Esta jugada del Banco Central se alinea con la estrategia de la Secretaría de Finanzas, que en la última licitación de deuda liberó 5 billones de pesos al mercado, buscando aportar liquidez y ayudar a descomprimir el costo del crédito, un factor clave para impulsar la actividad económica en el último tramo de 2025.
Pedro Siaba Serrate, de PPI, agregó que "a partir del resultado electoral, y algo de presión en las tasas de corto plazo, el equipo económico tomó el toro por las astas. A los dichos del vicepresidente del BCRA sobre la remonetización de la economía vía compra de reservas, se le sumó la expectativa de una flexibilización en el esquema de encajes y un ratio de refinanciamiento bajo en la licitación de Tesoro. A simple vista, las tasas de interés tienen espacio para comprimir y la actividad económica lo festeja".
Al cierre de la jornada, la tasa de caución, uno de los instrumentos de manejo de liquidez de más corto plazo, se ubicó en torno al 22.5%, reflejando la dinámica de corto plazo del mercado financiero en este contexto de cambios.