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Carlos Menem: la historia del primer presidente preso en Argentina
La ratificación de la condena a Cristina Fernández de Kirchner reaviva el recuerdo de un hito judicial: Carlos Menem, el primer presidente constitucional preso en la Argentina post-democrática.
POR REDACCIÓN
En un contexto de resonancia judicial, con la reciente ratificación de la condena a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, vuelve al centro de la escena la figura de Carlos Menem, quien se convirtió en el primer presidente preso luego de la recuperación de la democracia en 1983. Curiosamente, este recuerdo coincide con el 35º aniversario de otro suceso mediático protagonizado por el político: la expulsión de su esposa, Zulema Yoma, y su hija Zulemita de la residencia presidencial de Olivos el 12 de junio de 1990. En aquel momento, rubricó un decreto que impedía el ingreso de su esposa, y su hijo Carlos Junior confirmó que "los echó a todos", mientras su ex lo acusaba de corrupción a él y a sus lugartenientes.
La detención que marcó la historia política y judicial argentina ocurrió el 7 de junio de 2001, cuando el juez federal Jorge Urso lo citó a declaración indagatoria. El riojano se negó y fue inmediatamente detenido bajo la acusación de ser presunto jefe de una asociación ilícita y coautor de falsedad ideológica en la causa de la venta ilegal de armas a Croacia y Ecuador.
El exmandatario cumplió prisión preventiva durante 167 días en la quinta de Don Torcuato, propiedad de su amigo Armando Gostanián, quien fue Director de la Casa de Moneda durante toda su gestión. Dada su edad, 70 años en aquel entonces, se le concedió el beneficio del encierro domiciliario. Se había casado hacía menos de dos meses, el 26 de mayo de 2001, con Cecilia Bolocco, quien se convirtió en garante judicial de su arresto. Durante su reclusión, que fue ampliamente cubierta por la prensa desde fuera de un perímetro delimitado por una lona verde, Menem alternaba visitas de dirigentes políticos, empresarios y figuras del espectáculo, jugaba a las cartas, dormía siesta, veía películas y leía.
Un laberinto judicial: de la condena a la absolución por prescripción
La causa por la venta ilegal de armas estuvo plagada de idas y vueltas. En septiembre de 2011, el Tribunal Oral en lo Penal Económico N° 3 lo absolvió. Sin embargo, en marzo de 2013, la Sala I de la Cámara de Casación revocó esa absolución y lo condenó por contrabando agravado, ordenando al tribunal que fijara una pena. Tiempo después, fue condenado a siete años de prisión, sentencia que fue confirmada por el Tribunal de Casación en 2017.
No obstante, el expediente llegó a la Corte Suprema, que ordenó una nueva revisión. Finalmente, en octubre de 2018, la Sala I de la Cámara Federal de Casación Penal terminó absolviendo a los imputados por prescripción. La Corte Suprema de Justicia lo exculpó porque se había violado su derecho a ser juzgado en un plazo razonable, dejándolo en libertad.
Menem también enfrentó otros procesos judiciales, como el juicio oral relacionado con el atentado contra la sede de la AMIA en 1994, donde estuvo sospechado de encubrimiento, pero también fue absuelto. De igual manera, fue absuelto en la investigación sobre la venta del Predio Ferial de Palermo a la Sociedad Rural Argentina. Aunque inicialmente fue sentenciado a tres años y nueve meses de prisión por peculado en marzo de 2019, la Sala III de la Cámara de Casación determinó a fines de ese año que se había violado la garantía de ser juzgado en un plazo razonable.
Un historial de detenciones pre-presidenciales
La detención de 2001 no fue la primera en la vida de Carlos Menem. Su historial de arrestos se remonta a sus inicios políticos. La primera vez que fue detenido sucedió en 1956, un año después de recibirse de abogado, acusado de participar en una conspiración peronista para derrocar al gobierno de facto.
Luego, el 24 de marzo de 1976, la historia se repitió cuando era gobernador de La Rioja. Fue derrocado y apresado por quienes luego serían figuras prominentes, como César Santos Gerardo del Corazón de Jesús Milani. Estuvo una semana recluido en el Regimiento de Infantería 15 de La Rioja, para luego ser trasladado al barco 33 Orientales en el puerto de Buenos Aires y, en julio de 1976, a un centro de detención en Magdalena. Incluso se le negó la salida de la cárcel cuando murió su madre, Mohibe Akil, en 1977.
En 1978, Menem abandonó el penal gracias a un decreto de Jorge Videla y pasó a un régimen de domicilio forzado en Mar del Plata, y luego en Tandil. Regresó libre a Buenos Aires en febrero de 1980 y retomó la actividad política. Sin embargo, en septiembre de ese mismo año, la dictadura lo volvió a detener. Primero fue llevado al cuartel de Gendarmería de Las Lomitas, y finalmente a la casa de la familia Meza, donde vivió un romance y tuvo otro hijo, Carlos Nair. Finalmente, el 8 de enero de 1981, logró obtener su libertad y se instaló en La Rioja. Desde allí, su camino lo llevó a ser nuevamente gobernador en 1983, antes de llegar al sillón de Rivadavia seis años más tarde.