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Economía > Crisis en el sector cárnico

Carne vacuna: crece la importación, pero no habrá baja de precios

El ingreso de carne desde Brasil, Paraguay y Uruguay crece a ritmo acelerado por la pérdida de competitividad local y el encarecimiento de los costos. Aun así, no impactaría en el precio del mercado local.

POR REDACCIÓN

29 de mayo de 2025
Actualmente, el ingreso mensual de carne vacuna ronda las 1.200 toneladas. (Foto: Archivo) 

La Argentina atraviesa un fenómeno inédito: las importaciones de carne vacuna se incrementaron 2.089% en el primer cuatrimestre de 2025, pasando de 225 a 4.926 toneladas, según datos del Instituto para el Desarrollo Agroindustrial Argentino (IDAA). Este aumento, sin embargo, no implicará una baja de precios al consumidor, ya que se trata de cortes congelados destinados mayormente a la industria alimentaria, como la elaboración de hamburguesas.

Actualmente, el ingreso mensual de carne vacuna ronda las 1.200 toneladas, y muestra una tendencia en ascenso. Al mismo tiempo, las importaciones de carne porcina también crecen sostenidamente, alcanzando un pico de 5.700 toneladas en abril. Para Javier Preciado Patiño, analista agropecuario y titular de la consultora RIA, lo novedoso es el origen del producto: "Principalmente viene de Brasil, aunque también hay partidas desde Paraguay y Uruguay", explicó.

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Históricamente marginales, las importaciones comenzaron a crecer de forma exponencial desde noviembre de 2024. En enero se registraron 500 toneladas de carne vacuna importada, y en abril esa cifra se triplicó, alcanzando las 1.500 toneladas, según el último informe del Indec.

“El productor local no puede competir en costos”, explicó Preciado Patiño. “Los fabricantes prefieren comprar carne congelada importada porque les resulta más económica que la nacional. Es un tema estrictamente de precios”.

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El especialista también destacó un hecho que podría tener impacto regional: Brasil fue declarado libre de fiebre aftosa sin vacunación, lo que le permite enviar cortes con hueso, como el asado, a la Patagonia argentina, una zona con ese mismo estatus sanitario. Esto podría desplazar parte de la producción local.

Desde la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores, su vicepresidente Sergio Pedace relativizó el fenómeno: “El volumen sigue siendo bajo si se lo compara con el consumo total del país, que ronda las 180.000 toneladas mensuales”. En paralelo, las exportaciones de carne vacuna congelada cayeron un 30%, con China, principal destino, desplazando sus compras hacia Brasil, donde los precios de la hacienda son más bajos.

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En cuanto al mercado porcino, las importaciones crecieron 435% en términos interanuales en los primeros cuatro meses del año, al pasar de 3.624 a 19.403 toneladas. Preciado Patiño advirtió que esta tendencia podría generar tensiones en la cadena productiva: “Un supermercado puede traer bondiola brasileña a menor costo y eso compite directamente con los productores argentinos, especialmente los de menor escala”.

Según el especialista, esto ya se refleja en los precios: se estima que en poco tiempo podría encontrarse bondiola importada a $6.000 el kilo, frente a los $10.000 actuales del producto local. “El ingreso de carne porcina desde Brasil ya representa casi el 10% de la producción nacional”, alertó.

Este fenómeno no se limita a las carnes: las importaciones de alimentos en general aumentaron 152% entre junio de 2024 y abril de 2025. Solo las compras de zanahorias subieron 2.182% y las de tomate, 870%, con Brasil como principal proveedor.

De mantenerse este ritmo, el IDAA proyecta que las importaciones de alimentos podrían cerrar el año con un acumulado de USD 4.200 millones, lo que equivale a unos USD 500 millones mensuales.

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