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Casi 30% de los trabajadores en Argentina no cubre la canasta básica
Según datos del Indec, tres de cada diez personas con trabajo no alcanzan a cubrir el costo de una canasta básica. La situación es más crítica en sectores como el agro, la construcción y el servicio doméstico.
POR REDACCIÓN
Casi el 30% de los trabajadores ocupados en Argentina se encuentran por debajo de la línea de pobreza, de acuerdo con los últimos registros relevados por Fundar a partir de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Indec. La estadística marca que el 28,6% de quienes tienen empleo no logran reunir los ingresos necesarios para cubrir una canasta básica total.
Las cifras muestran que tener un trabajo ya no garantiza condiciones mínimas de bienestar económico. Entre los sectores más afectados por esta situación están el agropecuario, el servicio doméstico y la construcción, donde más de la mitad de los ocupados se ubican por debajo de la línea de pobreza. También presentan altos niveles de trabajadores pobres las ramas de hoteles y restaurantes, el comercio minorista y parte de la industria manufacturera.
En contraste, las actividades con menor incidencia de pobreza entre sus trabajadores son las vinculadas al sistema financiero y al sector de minería e hidrocarburos. En ambos casos, el porcentaje de ocupados pobres no supera el 10%, ubicándose entre los sectores con mejor remuneración promedio.
Dentro de la industria manufacturera, pese a que los ingresos son superiores al promedio general, el 29,7% de los trabajadores tampoco logran superar el umbral de pobreza. Algunos especialistas sugieren que esto puede estar vinculado a la estructura de los hogares, que tienden a ser más numerosos y con menos perceptores de ingresos, así como a la presencia de unidades productivas pequeñas con bajo grado de formalidad.
En cuanto al contexto general, la pobreza alcanzó al 38,1% de la población argentina en el segundo semestre de 2024, aunque ese porcentaje representa una baja en relación con períodos anteriores. Según estimaciones, esta reducción se explicó en parte por el freno en la inflación y por el impacto de las transferencias sociales como la AUH y la Tarjeta Alimentar.
A pesar de esa caída en los índices de pobreza general, los salarios reales aún se encuentran muy por debajo de los valores registrados en 2017. Los ingresos del empleo formal muestran un retroceso superior al 25%, mientras que los trabajadores informales han perdido más del 30% de su poder adquisitivo desde 2018. Esto marca un deterioro persistente del ingreso laboral en términos reales, con escasas señales de recuperación durante los últimos meses.