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¿Conocías Alcatraz? Esta es la cárcel que Donald Trump quiere reabrir en Estados Unidos
Donald Trump, en plena campaña por recuperar la presidencia de Estados Unidos, ha lanzado una propuesta que ha generado un intenso debate: reactivar la histórica prisión de Alcatraz.
Por Mauro Cannizzo 06 de mayo de 2025
Donald Trump, en plena campaña por recuperar la presidencia de Estados Unidos, ha lanzado una propuesta que ha generado un intenso debate: reactivar la histórica prisión de Alcatraz. A través de su red Truth Social, el exmandatario aseguró que planea transformar nuevamente la isla en una cárcel de máxima seguridad para alojar a los “criminales más peligrosos” y a inmigrantes que, según él, “desestabilizan la seguridad nacional”. Esta medida, explicó, busca reforzar su política de “ley y orden” y forma parte de su visión de devolverle al país su antigua grandeza.
La isla de Alcatraz, bautizada por el explorador español Juan Manuel de Ayala en 1775 como “Isla de los Alcatraces” por las aves que la habitaban, se convirtió en una prisión federal en 1934 y funcionó como tal hasta su cierre en 1963, por orden del entonces presidente John F. Kennedy. Durante esos años, la prisión fue sinónimo de severidad y reclusión absoluta. Albergaron allí a figuras del crimen como Al Capone y George “Machine Gun” Kelly, y fue famosa por su aparente imposibilidad de escape debido a su ubicación en aguas heladas frente a la bahía de San Francisco.
¿Cómo es la prisión que propone reabrir Trump?
La infraestructura penitenciaria era tan imponente como cara: cada semana se necesitaban millones de litros de agua potable transportados por barco, y mantenerla operativa costaba tres veces más que otras cárceles. Por eso, en los años 70, se transformó en un museo administrado por el Servicio de Parques Nacionales, y actualmente recibe más de un millón de visitantes al año. Donald Trump, sin embargo, considera que su reapertura enviaría un mensaje claro de disciplina y fuerza.
Los intentos de fuga de Alcatraz han alimentado su leyenda. Desde su inauguración como prisión, al menos 36 reclusos intentaron escapar, aunque solo tres, los hermanos Anglin y Frank Morris, lograron desaparecer sin dejar rastro en 1962. Su historia inspiró la película Escape de Alcatraz, con Clint Eastwood. A pesar de las teorías que aseguran que podrían haber llegado a Brasil, el FBI nunca logró confirmar su destino, lo que mantuvo abierto el caso durante décadas.
Reactivar esta prisión icónica con fines penales sería un giro dramático para un lugar que ha simbolizado tanto la represión como la resistencia. Si bien la propuesta de Trump ha generado apoyo entre sectores conservadores, también ha encendido críticas de defensores de los derechos humanos, quienes ven en la idea un retroceso hacia políticas punitivas extremas y una posible criminalización de la inmigración. La isla, que una vez fue hogar de pelícanos, soldados, prisioneros y ahora turistas, podría volver a encarnar el lado más duro del sistema penal de Estados Unidos.