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Control aéreo en Córdoba: un avión supervisará vuelos que modifiquen las tormentas
Funcionarios cordobeses presentaron el protocolo que se activará en el marco del comienzo del nuevo ciclo de lluvias en la región (octubre a marzo). La medida se implementa en respuesta a las demandas de los habitantes de cinco provincias que exigen investigar las prácticas de modificación del clima.
El Gobierno de Córdoba está decidido a poner en marcha un protocolo de control aéreo en la región Oeste de la provincia, ya que destinará un avión en Villa Dolores para monitorear y regular los vuelos que podrían estar realizando actividades de modificación del clima. Esta iniciativa surge tras una reunión que se llevó a cabo en la Capital cordobesa, entre representantes de comunidades afectadas por la sequía, autoridades provinciales y expertos en meteorología y ambiente.
"Ahora, que comienza la temporada de lluvias, vamos a destinar un avión en Villa Dolores para controlar los vuelos en la zona" aseguró Jorge Molina, director de Aeronáutica de Córdoba. "Si esta actividad se está realizando en nuestra provincia, es ilegal", afirmó.
En el encuentro, que se llevó a cabo en el Observatorio hidrometeorológico de Córdoba, asistieron los representantes del Movimiento Interprovincial por el Agua del Cielo (Mipac), que agrupa a comunidades rurales de las provincias de San Luis, La Rioja, Córdoba, Mendoza y San Juan; de Cielos Limpios América Monitor Ambiental (Clama); meteorólogos, físicos, geólogos y matemáticos del Observatorio; y funcionarios de la fuerza aérea, del ministerio de ambiente y de la Policía Rural de Córdoba.
"Hasta la fecha, el Gobierno ha realizado más de 40 vuelos de reconocimiento sin identificar ninguna actividad irregular, pero el compromiso de vigilancia se va a intensificar", manifestó Molina.
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Durante el encuentro, los vecinos y productores rurales de las cinco provincias, que desde el mes de diciembre del año pasado vienen exigiendo en conjunto que se investiguen y controlen las prácticas de manipulación climática, expresaron sus preocupaciones sobre la grave situación de sequía y cómo el uso de prácticas como la siembra de químicos desde aviones, cañones antigranizo, generadores terrestres, proyectores de ondas ionizantes, difusores, cohetes explosivos y radares meteorológicos están intensificando estos efectos.
Vale recordar que la acción interprovincial se gesta en un contexto donde el uso de cañones rompetormentas y otras tecnologías de modificación climática generó controversias en la comunidad sanjuanina luego de que DIARIO HUARPE sacara a la luz la problemática.
DATO: las comunidades aseguran que en la temporada de primavera - verano de 2023-2024 han registrado la intervención de más de 30 tormentas en Cuyo y el Centro del país.
Protocolo en acción
En el encuentro, Ariel Vargas, director de Policía Rural de Córdoba, explicó el funcionamiento del protocolo que se implementará en los departamentos del oeste de la provincia.
"Si alguien observa un avión cerca de una tormenta, debe denunciarlo inmediatamente", explicó Vargas. Los productores y vecinos deberán proporcionar datos como la matrícula del avión (si la tiene), características de la nave, horario y ubicación, lo que permitirá coordinar acciones con la dirección de aeronáutica", agregó.
La colaboración entre la comunidad y las autoridades busca abordar de manera efectiva la preocupación por la manipulación del clima, garantizando así la transparencia y el bienestar de los habitantes de la región.
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En el encuentro, los funcionarios se comprometieron a que el protocolo se activará a partir de este mes para dar respuesta a las preocupaciones de la comunidad sobre la manipulación del clima y sus consecuencias.
Los habitantes rurales de las cinco provincias aseguran que "la modificación del clima se ha convertido en una herramienta para manipular el territorio y desplazar a pequeños productores y campesinos, mientras las grandes corporaciones se benefician del control del agua y la tierra. Las consecuencias de esta sequía inducida afectan no solo a la agricultura y ganadería de pequeña y mediana escala, sino también a la biodiversidad y a los recursos hídricos esenciales para la subsistencia de las poblaciones".
La colaboración entre autoridades y ciudadanos se convierte en una herramienta clave para garantizar un futuro más seguro y sostenible.