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Crisis interna en Auckland City por el premio tras el empate contra Boca
Auckland City vivió un momento histórico tras empatar con Boca en el Mundial de Clubes, pero una fuerte interna por el reparto del premio económico y el actual DT ensombreció la hazaña.
POR REDACCIÓN
El empate 1-1 ante Boca en el cierre de la fase de grupos del Mundial de Clubes 2025 dejó a Auckland City con un reconocimiento histórico, pero también con un inesperado conflicto interno. La polémica estalló por la distribución del premio económico que entregó FIFA, cifra que trepó a un millón de dólares y desató tensiones entre jugadores, cuerpo técnico y dirigentes.
La situación tomó mayor dimensión al conocerse que ese monto representa casi el doble del presupuesto anual del club neozelandés, que durante el último año reportó ingresos por apenas 667.000 dólares. En contraste, el Bayern Munich —su rival en el debut que le propinó diez goles— embolsó más de 1.000 millones en el mismo período.
Más allá del debate institucional, el conflicto escaló al vestuario. Paul Posa, entrenador y dentista de profesión, había dicho tras el partido: “Estoy muy contento. No puedo explicar lo que siento. Venimos de un club pequeño. Nos llevamos una recompensa para todos los que trabajan en el club. Perdón por romperle el corazón a la hinchada de Boca, pero trabajamos muy duro. Así es el deporte”.
Sin embargo, el plantel le habría perdido la confianza y estarían pidiendo su salida. Varios jugadores sostienen que Posa no estaba capacitado para afrontar un torneo de semejante magnitud. El plantel pediría la renuncia del DT ni bien comiencen sus trabajos nuevamente sobre el césped.
Además de la enorme diferencia en estructura y recursos con otros clubes, el contexto económico de Auckland City deja en evidencia una realidad amateur: sus futbolistas cobran apenas 150 dólares neozelandeses semanales, unos 90 dólares estadounidenses. La federación NZ Football establece ese monto como tope, destinado a cubrir viáticos como combustible o botines.
“Nunca hemos estado en esto para buscar una recompensa económica”, declaró Gordon Watson, director general del club, quien calificó el salario de los jugadores como una suma de carácter “emocional y espiritual”. Watson también explicó que los premios entregados por FIFA son primero transferidos a las cuentas de los clubes, y luego redistribuidos según las normas vigentes.
Ese sería el otro problema, ya que los jugadores no saben a ciencia cierta cuánto les llegaría finalmente a ellos. Los ánimos entre los futbolistas, el cuerpo técnico y la dirigencia no está en sus mejores momentos y no se descarta que algún jugador pida que lo transfieran a otro equipo.
Andrew Pragnell, CEO de NZ Football, confirmó que el sistema de reparto fue acordado con todos los clubes y que se buscará proteger a Auckland City. “La parte que corresponderá a la federación será la más pequeña y todos los clubes están de acuerdo en que Auckland City no sólo no debería perder dinero, sino que también debería recibir una buena recompensa”, aseguró.