POR REDACCIÓN
06 de noviembre de 2019
La plataforma SOS Racismo junto a otras organizaciones presentaron una denuncia ante la Fiscalía general del Estado español para que se investigue si varios videos de campaña difundidos por el partido ultraderechista Vox pudieron incurrir en un delito de odio. Los denunciantes piden como medida cautelar urgente la retirada del material audiovisual -que se publicó en TV y en las redes sociales- para proteger a las víctimas. También ponen en aviso de los hechos al defensor del Pueblo. La cadena pública TVE ya vetó uno de los videos de Vox en horario infantil por su "extrema violencia". En ese envío, el líder de Vox vincula la inmigración con la violencia. De acuerdo con la denuncia presentada el martes último, los mensajes de los videos de campaña del partido liderado por Santiago Abascal son "claramente xenófobos y discriminatorios que promueven el odio hacia la población migrante, refugiada y racializada poniendo en peligro la cohesión social". "En uno de ellos se criminaliza a un colectivo especialmente vulnerable, como son los niños y niñas migrantes sin acompañamiento familiar generalizando estas conductas violentas como algo intrínseco a la infancia migrante no acompañada", explicó SOS Racismo en un comunicado. La organización advierte que "esta generalización puede conllevar graves consecuencias para estos menores, como han sido los últimos ataques a los centros donde están acogidos". Asimismo, recuerda que puede dificultar su inclusión en la sociedad a través del acceso a un empleo o a una vivienda. "Estos discursos provocan un miedo sin fundamento en la población poniendo en peligro la convivencia entre vecinos y vecinas", remarcan las organizaciones de defensa de los derechos humanos, que advierte de la comisión de un delito de odio, tipificado en el artículo 510 de Código Penal español. Este artículo establece penas de prisión de uno a cuatro años y multa de seis a doce meses a quien realice públicamente el fomento, promoción o incitación directa o indirectamente al odio, hostilidad, discriminación o violencia contra las personas por motivos racistas o por pertenencia a un origen nacional determinado. Eso es lo que sucede con la difusión de los videos de Vox, destacan los denunciantes.