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Desafíos ambientales en Argentina: pérdida de biodiversidad y soluciones necesarias
El último informe del IPBES alerta sobre la drástica disminución de la biodiversidad global, cuyas consecuencias afectan la salud humana, la seguridad alimentaria y el cambio climático. La Argentina enfrenta desafíos para equilibrar el uso de sus recursos naturales con la protección de su entorno.
La biodiversidad mundial se está reduciendo a un ritmo alarmante. Según el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES), la Tierra pierde entre el 2 y el 6% de su biodiversidad cada diez años debido al impacto de la actividad humana. Esta disminución afecta a todos los aspectos de la vida, desde el acceso al agua y la seguridad alimentaria hasta la salud humana y el cambio climático.
Los científicos que elaboraron el informe estiman que más del 50% de la población mundial ya está experimentando los efectos negativos de esta pérdida.
La Argentina frente al desafío ambiental
En el contexto de este panorama global, Argentina enfrenta importantes desafíos en relación con la protección de su biodiversidad. Con una economía dependiente de la explotación de recursos naturales como el petróleo, la minería, la agricultura y la ganadería, el país debe encontrar un equilibrio entre el uso de estos recursos y los impactos que provocan en su naturaleza.
Según la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), algunos de los principales factores que contribuyen a la pérdida de biodiversidad en Argentina son los desmontes de bosques y montes nativos, con la pérdida de 6,5 millones de hectáreas entre 2000 y 2018.
Además, entre 2020 y 2023, más de 2 millones de hectáreas fueron arrasadas por incendios forestales, un área equivalente a 98 veces la superficie de la ciudad de Buenos Aires.
A estos factores se suman la falta de legislación para el uso de humedales y el desfinanciamiento en áreas de protección ambiental, que han sufrido recortes de hasta el 44% desde la asunción del gobierno actual.
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Causas y consecuencias de la pérdida de biodiversidad
El informe del IPBES destaca que la pérdida de biodiversidad es una consecuencia directa de diversas actividades humanas. Entre las principales causas se encuentran el cambio en el uso de la tierra, como la expansión de la agricultura y la ganadería, así como la explotación insostenible de los recursos energéticos, como los combustibles fósiles. La contaminación industrial y la introducción de especies invasoras también son factores determinantes.
Este deterioro de la biodiversidad tiene implicancias profundas para el bienestar humano. La desaparición de ecosistemas naturales afecta la disponibilidad de agua dulce, reduce la calidad de los alimentos y pone en riesgo la salud pública. Además, intensifica los efectos negativos del cambio climático, como el aumento de las temperaturas y el estrés hídrico, lo que genera un círculo vicioso difícil de romper.
Soluciones basadas en la naturaleza
El IPBES sugiere que una forma de frenar esta crisis ecológica es implementar soluciones basadas en la naturaleza. Esto implica la conservación y restauración de ecosistemas clave como los bosques, los suelos y los manglares, que son esenciales para la biodiversidad, la salud humana y la lucha contra el cambio climático. Por ejemplo, los bosques no solo capturan carbono, sino que también regulan el ciclo del agua, garantizando el acceso a agua dulce para el 75% de la población mundial.
Además, el informe subraya la necesidad de transformar los sistemas alimentarios, que actualmente representan una de las mayores amenazas para la biodiversidad. Adoptar dietas sostenibles y promover prácticas agrícolas que respeten el medio ambiente, como la agroecología, serían pasos fundamentales para revertir el daño ecológico y asegurar la disponibilidad de alimentos para las generaciones futuras.
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Un llamado a la acción global
El informe del IPBES destaca que la pérdida de biodiversidad está intrínsecamente ligada a la crisis climática y a problemas como la inseguridad alimentaria y la escasez de agua. Abordar estos desafíos de manera aislada no solo es ineficaz, sino que puede generar más problemas en otras áreas. Por eso, los expertos proponen enfoques integrales que consideren las interrelaciones entre biodiversidad, agua, alimentos, cambio climático y salud humana.
En un momento de creciente conciencia sobre la urgencia de actuar para proteger el planeta, el informe del IPBES es un llamado a la acción global. La humanidad enfrenta una encrucijada crítica: continuar con el modelo de desarrollo insostenible que ha provocado esta crisis ecológica o adoptar un enfoque más equilibrado y respetuoso con los recursos naturales, que asegure un futuro más saludable y justo para todos.