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Día de la escarapela 18 de mayo: por qué se celebra, cómo y cuándo usarla
Día de la escarapela, 18 de mayo. Por qué se celebra, cómo y cuándo usarla correctamente según una belgraniana.
El Día de la Escarapela Argentina se celebra cada 18 de mayo en honor al primer emblema patrio creado en 1812 por orden de Manuel Belgrano. DIARIO HUARPE conversó con Nicolasa Narváez de la Asociación Belgraniana de San Juan.
“En aquel momento, la escarapela fue pensada como un modo de identificar a las tropas propias y diferenciarlas del enemigo durante los combates en las luchas por la independencia, era una forma de identificar a los patriotas. Ahora es un símbolo que nos identifica como argentinos”, explicó Nicolasa. Al tratarse de un emblema nacional puede usarse en cualquier momento, ya que su primer uso es identificar.
Uso de la escarapela en fechas patrias
Aunque la insignia patria debe lucirse el 18 de mayo, hay otras fechas clave en las que los argentinos también sacan a relucir este emblema. La escarapela se utiliza principalmente durante toda la Semana de Mayo, que va del 18 al 25 de mayo, culminando con el aniversario del primer gobierno patrio. Además, se vuelve a usar el 20 de junio, en conmemoración del Día de la Bandera, y el 9 de julio, cuando se celebra el Día de la Independencia.
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"En los tradicionales actos escolares y en eventos oficiales, la escarapela va en el pecho, del lado izquierdo, cercano al corazón", agregó. Los colores celeste y blanco prevalecen en este símbolo, aunque algunas versiones pueden incluir un toque de amarillo, refiriéndose a los colores de la bandera nacional. Las escarapelas pueden ser redondas, en forma de moño o como un pequeño listón.
Creación de la escarapela
Hace 212 años, las Provincias Unidas del Río de la Plata estaban en pleno proceso independentista. Manuel Belgrano, nombrado jefe del Regimiento de Patricios, tenía la misión de vigilar el río Paraná desde Rosario y frenar el avance de los realistas de Montevideo. En febrero de 1812, Belgrano ideó un distintivo que permitiera identificar a los soldados locales y diferenciarlos de los enemigos.
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El 13 de febrero de 1812, Belgrano solicitó permiso al Triunvirato para crear la escarapela, y cinco días más tarde, la solicitud fue aprobada, dando origen a la insignia celeste y blanca. Aunque existen varias versiones sobre la elección de estos colores, no hay documentación oficial que las valide, manteniendo el misterio en torno a esta decisión.