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El futurista plan de Elon Musk que genera asombro en redes
La idea de un túnel que conecte América y Europa ha sido tema de especulación durante más de un siglo, pero ahora, con los avances tecnológicos y Elon Musk, el concepto vuelve a generar interés.
Por Mauro Cannizzo 25 de febrero de 2025
La idea de un túnel que conecte América y Europa ha sido tema de especulación durante más de un siglo, pero ahora, con los avances tecnológicos y Elon Musk, el concepto vuelve a generar interés. La propuesta plantea unir Nueva York y Londres en sólo 54 minutos, un tiempo récord que requeriría trenes viajando a velocidades cercanas a los 5.000 km/h. Sin embargo, el mayor obstáculo no es la tecnología, sino el costo astronómico del proyecto, que se estima en 19 billones de dólares, más de cinco veces el Producto Bruto Interno del Reino Unido.
Elon Musk, conocido por sus propuestas innovadoras y disruptivas, ha sacudido el debate al afirmar que su empresa, The Boring Company, podría realizar la obra por un costo significativamente menor. Según su estimación, el proyecto podría completarse por 19 mil millones de dólares, una fracción del costo originalmente calculado. Aunque la cifra sigue siendo elevada, se encuentra dentro del rango de las grandes infraestructuras modernas. Sin embargo, el plan aún carece de detalles técnicos y financieros que respalden su viabilidad.
La propuesta de Elon Musk
Para hacer posible este corredor subterráneo transatlántico, se considera la combinación de dos tecnologías avanzadas: los trenes de levitación magnética (maglev) y los túneles de vacío. Estos sistemas permitirían eliminar casi por completo la fricción y la resistencia del aire, posibilitando que los trenes alcancen velocidades inigualables. Actualmente, existen trenes maglev en funcionamiento en países como Japón y China, aunque sus velocidades no se acercan a los requerimientos de este megaproyecto. A pesar de los avances, aún no se ha logrado implementar un sistema Hyperloop a gran escala.
Más allá de la velocidad y la tecnología, el mayor reto es la construcción del túnel en sí. Con una extensión de 5.470 kilómetros, la obra atravesaría el fondo del océano Atlántico, una región caracterizada por profundas fosas, montañas submarinas y actividad volcánica constante. La Dorsal Mesoatlántica, una cadena montañosa submarina de 1.500 km de ancho, representa un desafío sin precedentes, ya que el terreno se mueve constantemente y presenta condiciones extremas. Estas dificultades han frenado proyectos mucho más pequeños, como el túnel entre España y Marruecos, que aún no ha logrado concretarse debido a problemas geológicos.
A pesar de las dificultades, la idea de un túnel transatlántico sigue siendo una visión atractiva para el futuro del transporte. Elon Musk, que ha revolucionado la industria espacial con SpaceX y los vehículos eléctricos con Tesla, ha demostrado que es capaz de desafiar lo establecido. Sin embargo, su propuesta de reducir los costos mil veces sigue siendo vista con escepticismo. Si bien The Boring Company ha construido túneles en ciudades como Las Vegas y Los Ángeles, ninguno de ellos se acerca a la magnitud del proyecto transatlántico. Por ahora, la posibilidad de viajar entre Nueva York y Londres en menos de una hora sigue siendo más un sueño futurista que una realidad inminente.