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Encajes bancarios y tasas altas: la estrategia del BCRA para contener el dólar
El equipo económico desató una pulseada inesperada con el sector financiero a tres meses de las elecciones. Suba brusca de encajes, tasas reales por las nubes y licitaciones de emergencia para absorber pesos marcan una estrategia de alto riesgo que ya impacta en el crédito y la actividad.
POR REDACCIÓN
La reciente serie de medidas monetarias implementadas por el equipo económico ha generado un escenario de alta volatilidad en los mercados locales, marcado por tasas de interés en niveles récord y una pulseada abierta con el sector bancario. Esta situación, que normalmente se esperaría en vísperas electorales, se ha anticipado sorpresivamente, creando un clima de incertidumbre entre operadores e inversores.
El Ministerio de Economía, liderado por Luis Caputo, ha optado por un ajuste monetario agresivo con el objetivo declarado de evitar que el exceso de pesos presione el tipo de cambio. Entre las medidas destacadas se encuentra el aumento retroactivo de encajes bancarios, que obligó a las entidades financieras a recomponer sus posiciones líquidas, generando una fuerte demanda de pesos en el corto plazo. Paralelamente, el Banco Central implementó mecanismos para absorber liquidez, incluyendo licitaciones especiales y la reapertura de ventanillas de pases diarios.
Este paquete de medidas ha tenido un impacto inmediato en el mercado: las tasas de interés en pesos alcanzaron niveles históricamente altos en términos reales, mientras que el dólar oficial logró mantenerse dentro de los límites establecidos por la banda cambiaria, aunque con intervención activa del BCRA en el mercado de futuros. Sin embargo, esta aparente estabilidad cambiaria tiene su contrapartida en un crédito más caro y escaso, lo que profundiza las dificultades para una economía que ya mostraba signos de estancamiento.
En el frente inflacionario, el Gobierno celebra los últimos datos que muestran una desaceleración del índice de precios, particularmente en su componente núcleo. No obstante, analistas advierten que este resultado podría ser transitorio, dependiendo de la evolución del tipo de cambio y de la capacidad para mantener el actual nivel de restricción monetaria.
El escenario se complica por el contexto electoral, con actores del mercado anticipando mayor volatilidad en los próximos meses. Si bien las autoridades insisten en que cuentan con las herramientas necesarias para mantener la estabilidad, persisten dudas sobre la sostenibilidad de esta estrategia en el mediano plazo, especialmente en lo que respecta al impacto sobre la actividad económica y el empleo.
En este marco, los inversores enfrentan un panorama complejo, donde las altas tasas en pesos coexisten con un dólar contenido artificialmente y una economía que muestra claros signos de fragilidad. La capacidad del equipo económico para navegar estas tensiones sin provocar un desequilibrio mayor será puesta a prueba en las próximas semanas, en un contexto donde los factores políticos adquirirán cada vez mayor relevancia.