Arquitectura emocional: crear espacios desde sensaciones y recuerdos

En una nueva entrega de la sección Yo Construyo, dentro del programa Yo Te Invito que se transmite por Huarpe TV en el canal 19.2 de la TDA, la arquitecta Laura Rocamora, del estudio Uno en Cien, compartió su mirada sobre un enfoque innovador y sensible: la arquitectura emocional.

“El foco está en crear los espacios teniendo en cuenta nuestras emociones”, sostuvo Rocamora, quien remarcó que cada vivienda debe adaptarse a quienes la habitan y no ser simplemente un producto estandarizado. “Muchas veces, cuando elegimos un estudio de arquitectura para diseñar nuestra casa, hay que ver qué foco va a poner ese estudio. Para nosotros, el cliente es quien debe guiar el proceso”, afirmó.

Desde su visión, construir un hogar implica algo más que ladrillos y planos. Es, sobre todo, una forma de acompañar y traducir vivencias personales en formas, colores, aromas y distribución del espacio. “No hacemos arquitectura de revista. Nuestro rol es ser un medio que convierte los conocimientos técnicos en una realidad emocional para cada familia”, explicó.

Rocamora compartió que esta perspectiva la aprendió del arquitecto Rodolfo Livingston, quien desarrolló un método de diseño centrado en una entrevista emocional. “Tiene este método de que nosotros como arquitectos debemos ser servidores y hacer de psicólogos de nuestros clientes. Desarrolló un método que es una entrevista guiada y que tienen cinco pasos: desde quiénes viven en la casa, incluido el perro hasta la empleada, hasta qué música escuchan o qué recuerdos valoran, si le gusta tal cosa o no. Todo sirve para que esos sentimientos se reflejen en su espacio”, comentó.

Uno de los ejercicios clave consiste en identificar los elementos que marcaron emocionalmente a las personas. “Mi abuela tenía una galería llena de parras, y eso me genera una sensación muy linda almorzar los domingos en ese lugar. Entonces, para mí, una galería ideal tiene parras. Es ese recuerdo emocional que uno quiere mantener en la casa”, ejemplificó.

Por el contrario, resaltó como ciertos errores del pasado también influyen. “Recordar un dormitorio mal proporcionado, donde la cama no entraba y uno vivía incómodo, sirve para evitar repetir esas sensaciones en un nuevo diseño”, señaló.

La arquitectura emocional, según Rocamora, se construye sobre tres pilares: la emoción, la funcionalidad y la morfología. Y a diferencia de la arquitectura tradicional, que propone modelos generalizados y un prototipo, este enfoque parte del individuo y su cotidianidad.

“No hay fórmulas. Se trata de combinar materiales, recuerdos y estilos de vida, incluso incorporando elementos antiguos como el mueble de una abuela, dándole un nuevo sentido”, expresó.

Dónde contactar al estudio

El estudio Uno en Cien ofrece proyectos a medida, remodelaciones y asesoramiento, adaptándose a los presupuestos y necesidades de cada familia. Se puede conocer más en su portfolio web: unoencien.com.ar, a través de su cuenta de Instagram: @unoencien.arq o contactarse al 2644584325.