Judiciales > Hubo reparación integral
Feligresa evangélica acusada de truchar carpetas del IPV recuperó su libertad
Similar al pastor evangélico, la mujer imputada por fraude con carpetas del IPV logró su excarcelación al abonar la reparación integral en una causa que conmocionó a San Juan.
Por Germán González
Karen Heredia, la mujer feligresa de una iglesia evangélica acusada de estafar con carpetas del IPV trucha, recuperó su libertad luego de concretar un pago millonario en concepto de reparación integral del daño causado. Este desenlace es similar al caso del pastor evangélico que también fue detenido por el mismo esquema de fraude en una iglesia de Rivadavia y ya había sido liberado tras indemnizar a sus víctimas.
Heredia estaba imputada en el legajo de investigación por presunto delito de estafa que tuvo como víctimas a feligreses de la misma iglesia cristiana El-Shaddai. Sus abogados defensores, Ana Sofía Carmona y Martín A. Zuleta, que asumieron hace semanas el caso en remplazo de Horacio Merino, solicitaron formalmente ante el fiscal de Delitos Informáticos y Estafas, Eduardo Gallastegui, y el juez de Garantías, Roberto Montilla, un acuerdo de reparación integral. En el mismo, la denunciada se comprometió a devolver el dinero a las víctimas. Y en caso de cumplir, recibirá el sobreseimiento total.
Según lo convenido por las partes, la suma establecida por la reparación integral a cargo de Heredia ascendió a $10.522.256. Este monto se desglosó $9.200.000 en concepto de capital, el que fue abonado por la defensa el mismo día de la audiencia mediante depósito y transferencia. Adicionalmente, se acordó el pago de $1.322.256 en concepto de intereses, a abonarse en dos cuotas iguales de $661.128, con vencimientos el 6 de julio y 6 de agosto de 2025.
Este caso se inscribe en una serie de investigaciones por fraude inmobiliario que afectaron a múltiples víctimas con carpetas truchas del IPV. Previamente, un pastor evangélico, Alberto Carlos Balmaceda, también implicado en el mismo entramado de estafas con casas del IPV, logró su excarcelación tras indemnizar a 18 víctimas con una cifra de $11 millones. La reparación integral del daño mediante el pago de cuantiosas sumas de dinero fue el factor común que ha permitido a los imputados en estos casos recuperar la libertad.
El hecho
La investigación, a cargo de la UFI de Delitos Informáticos y Estafas, reveló que las maniobras se orquestaban desde el templo "Iglesia Cristiana El-Shaddai", ubicado en el barrio Huazihul, Rivadavia. Las denuncias comenzaron el 26 de marzo pasado, y rápidamente derivaron en tres allanamientos: en la sede de la iglesia, en la casa del pastor (barrio Los Pinos, Chimbas) y en el domicilio de Heredia, en calle General Acha, Trinidad.
Las víctimas habían accedido a un plan de pago para acceder a una supuesta carpeta del IPV, que tenía un monto total de $700.000. Les habían hecho creer que iban a poder a acceder a casas de tres barrios en construcción en Chimbas, cuyos titulares no siguieron el trámite para obtener la vivienda y por ende las carpetas podían ser adjudicadas de esta manera, situación que fue una farsa, que empezó en noviembre de 2024 y se extendió hasta abril de 2025, cuando los fieles se habían cansado de esperar la carpeta y se habían hartado de las excusas.
Balmaceda intervino para calmar a los fieles, asegurándoles que todo se resolvería “con fe” y pidiéndoles que no realizaran denuncias. Incluso, según los testimonios, afirmaba tener contactos en el IPV y con exempleados del organismo. Los fiscales Eduardo Gallastegui, Milena Berbari y el colaborador Maximiliano Yanzón detallaron en la audiencia que las carpetas se confeccionaban directamente en el templo evangélico y que varias víctimas, en su mayoría miembros de la congregación, llegaron a abonar la totalidad del monto exigido.
Las amenazas para evitar las denuncias también formaron parte del expediente, según el testimonio de otra mujer que dijo haber pagado $350.000 directamente al pastor Balmaceda.