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Hostigamiento y abuso de poder: condenaron a un empleado de la Universidad de Mendoza
Osvaldo Pulenta, licenciado en Administración y coordinador administrativo del Rectorado de la UNCuyo, fue condenado a cuatro meses de prisión condicional e inhabilitación por ejercer violencia de género contra una compañera de trabajo.
POR REDACCIÓN
Un empleado de alto rango del Rectorado de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo) fue condenado por abuso de autoridad e incumplimiento de deberes de funcionario público en contexto de violencia de género. Se trata de Osvaldo Nicolás Pulenta de 44 años, licenciado en Administración y coordinador administrativo del área de Vinculación, quien fue denunciado por hostigamiento y acoso laboral y personal contra una colega identificada por las iniciales A.D.L.
El fallo fue dictado el 27 de marzo por el juez federal Pablo Quirós, a cargo temporal del Juzgado Federal N.º 1, y los fundamentos se conocieron el 1 de abril. La sentencia impone al acusado cuatro meses de prisión en suspenso y 8 meses de inhabilitación especial para ejercer funciones públicas, aunque aún no está firme y podrá ser apelada por la defensa.
La causa se inició a fines de 2020, cuando la denunciante se desempeñaba en la Secretaría de Extensión y Vinculación del Rectorado de la UNCuyo. Según el juez Quirós, Pulenta "hostigó, persiguió y amedrentó a la víctima por su condición de mujer", con comportamientos que comenzaron en 2018 dentro del ámbito laboral y continuaron en la esfera personal durante la pandemia, mediante mensajes enviados al teléfono privado de la denunciante.
El magistrado señaló que el acusado utilizó su posición en la estructura universitaria para someter y perjudicar a su compañera, y que incurrió en conductas violentas y humillantes, como maltratos, descalificaciones y desacreditaciones frente a otros empleados.
Durante el juicio, se reveló que Pulenta tenía un rol clave en la gestión administrativa del Rectorado: manejaba documentación de contrataciones, pagos, rendiciones, licencias, declaraciones juradas y otros trámites vinculados a recursos humanos y fondos públicos.
En 2020, la propia UNCuyo lo sancionó con una suspensión de 30 días sin goce de sueldo, tras considerar que sus conductas configuraban violencia sexual contra las mujeres y representaban un incumplimiento ético grave de su rol institucional.
El juez Quirós dispuso que, una vez firme la sentencia, Pulenta deberá cumplir con programas de capacitación sobre violencia de género y que el fallo sea publicado en el Centro de Información Judicial (CIJ) y en la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en cumplimiento de las normativas vigentes en materia de violencia por motivos de género.
Durante el debate oral, la defensa del acusado solicitó su absolución total, argumentando que no existió delito alguno y que los hechos no se encuadran en un contexto de violencia de género. El propio Pulenta declaró ante el tribunal que “siempre hizo bien su trabajo” y negó haber perjudicado a la víctima o a la universidad.
A pesar de esos descargos, el tribunal valoró el testimonio de empleados y funcionarios universitarios que participaron como testigos y consideró acreditados los hechos denunciados por A.D.L.
Este caso marca un antecedente relevante para el ámbito universitario, en un contexto en el que se fortalecen los protocolos institucionales contra la violencia de género en espacios laborales y académicos. Desde diversos sectores se reclama que la UNCuyo avance en una revisión interna más profunda y garantice entornos laborales seguros y libres de violencia para todo su personal.
Fuente: Diario UNO.