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¡Impactante! Así se eyectó un piloto antes de estrellarse su avión
Un dramático accidente de aviación tuvo lugar en Alaska cuando un avión de combate F-35 de la Fuerza Aérea de Estados Unidos se precipitó a gran velocidad y se estrelló contra el suelo.
Por Mauro Cannizzo 29 de enero de 2025
Un dramático accidente de aviación tuvo lugar en Alaska cuando un avión de combate F-35 de la Fuerza Aérea de Estados Unidos se precipitó a gran velocidad y se estrelló contra el suelo. Este incidente dejó a todos sorprendidos por la suerte del piloto. A pesar de la gravedad de la caída, el aviador logró sobrevivir gracias a una maniobra de emergencia y el paracaídas con el que estaba equipado. Las imágenes del incidente se hicieron virales en las redes sociales, mostrando la aterradora secuencia de la caída.
El accidente ocurrió mientras el avión de combate se encontraba en la fase de aterrizaje en la base aérea de Eielson, en el norte de Alaska. Según el coronel Paul Townsend, comandante del 354° Fighter Wing, el F-35 sufrió un "mal funcionamiento" que provocó su descontrol. En un giro dramático de los acontecimientos, el avión comenzó a girar sobre sí mismo antes de impactar contra la base, lo que generó una explosión en el impacto.
La maniobra del piloto de avión que salvó su vida
Lo que parecía ser un desastre inminente terminó con un rayo de esperanza cuando el piloto, quien estaba en un monoplaza, logró eyectarse del avión antes de que fuera demasiado tarde. Las cámaras captaron el momento exacto en que el aviador descendía en paracaídas hacia el suelo, poniendo a salvo su vida a pesar de las extremas circunstancias. Este gesto, que a menudo marca la diferencia entre la vida y la muerte en accidentes de aviación, demostró la rapidez y profesionalismo del piloto.
Las autoridades de la Fuerza Aérea de Estados Unidos rápidamente tomaron cartas en el asunto. En un comunicado oficial, señalaron que el F-35 había sufrido "daños significativos", aunque el piloto no resultó herido. El coronel Townsend comprometió una exhaustiva investigación para determinar las causas del fallo y, de esta forma, mejorar la seguridad de los vuelos futuros y minimizar los riesgos de incidentes similares.
Este accidente tiene lugar en la base de Eielson, que en 2016 fue elegida para albergar una flota de 54 F-35, en un proyecto de expansión que costó más de 500 millones de dólares. La base, que actualmente es sede de numerosos aviadores activos, sigue siendo un punto clave para la operación de aeronaves de última tecnología de la Fuerza Aérea estadounidense.