Cultura y Espectáculos > Enojado
La China Suárez le puso la camiseta de Icardi a la hija de Cabré y estalló el escándalo
La actriz China Suárez acaparó todas las miradas en Estambul, vestida con la camiseta personalizada del Galatasaray junto a su hija, Rufina Cabré, en la victoria sobre el Liverpool.
POR REDACCIÓN
La China Suárez se convirtió en el centro de la polémica en Estambul tras asistir al partido de Champions League donde el Galatasaray de su novio, Mauro Icardi, venció 1 a 0 al Liverpool. La artista acudió al evento acompañada de su hija, Rufina Cabré, y varios amigos. Su look no pasó desapercibido, ya que lució una camiseta personalizada con su nombre en brillitos y el número 9, el de Icardi. Las imágenes de la celebración desataron un escándalo y una división de opiniones en las gradas, donde se debatió si era un evento deportivo o un "show mediático".
La tarde del martes en Estambul tuvo lugar el partido de la Champions League en el que el Galatasaray venció 1 a 0 al Liverpool. La actriz no pasó desapercibida entre los hinchas, y las cámaras captaron cada uno de sus gestos, combinando la pasión futbolera con su característico glamour.
Entre los asistentes, China Suárez se mostró con una camiseta muy particular del Galatasaray. La indumentaria llevaba su nombre en brillitos, junto con el número 9, que corresponde a su novio Mauro Icardi.
La actriz estuvo acompañada por varios amigos y por su hija, Rufina Cabré, quienes compartieron el evento entre risas y entusiasmo. También se la vio disfrutando de un pedazo de pizza mientras seguía el partido.
El ambiente estuvo cargado de emoción y, a la vez, de polémica. Algunos seguidores celebraron la presencia de China Suárez, destacando su carisma y su manera de vivir el fútbol. Un hincha cerca de su ubicación comentó que "se nota que disfruta el momento y transmite alegría a todos a su alrededor".
Por otro lado, no faltaron quienes criticaban su presencia, considerándola un show mediático en un espacio que debería ser estrictamente deportivo. Otro asistente opinó desde la grada que "parecía más un desfile que un partido, con toda la atención centrada en ella", reflejando la división de opiniones entre los espectadores.