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La insólita obsesión de Roberto Pettinato: compró un silbato de guardavidas para cuidar a sus hijos en la costa
Pettinato confesó que, desconfiando de la vigilancia playera, compró un silbato que sonaba igual al de los guardavidas y lo utilizaba para localizarlos, un hábito que, según su hija Tamara, mantuvo hasta hace solo tres veranos.
POR REDACCIÓN
Roberto Pettinato es uno de los famosos que cuenta con su propio programa de streaming en la plataforma Abitare, donde debate sobre diferentes temas y comparte vivencias personales. En una edición reciente de su ciclo En una con Pettinato, el conductor se refirió a cómo se desenvuelve como padre y hasta dónde llegaba su miedo por la seguridad de sus hijos.
Pettinato confesó que, en una época, cuando iba a la costa, no confiaba en que los guardavidas pudieran ver a sus hijos. Por esta razón, encontró una forma particular de cuidarlos.
“En medio de un quilombo de gente infernal yo me había comprado un silbato que sonaba igual que el de ellos [los guardavidas]”, comenzó explicando Roberto.
El conductor relató que usaba el silbato específicamente para cuando veía que sus hijos, ya sea Felipe o Tamara, desaparecían entre la gente. "Entonces ahí hacía prrr. Y ya sabían que era para ellos", remarcó Pettinato.
Esta obsesión generó inconvenientes con el personal de la playa: “Los tipos se habían rayado”, admitió. Sin embargo, el conductor aseguró que con el tiempo la gente ya no se alarmaba: "Nadie me daba bola. La gente ya sabía que era Pettinato”, remarcó.
Tamara Pettinato, quien acompaña a su padre en el programa de streaming, confirmó que este comportamiento protector se extendió hasta hace muy poco. La presentadora de El Nueve acotó: “No fue hace mucho”.
Tamara detalló la persistencia de la obsesión de su padre, indicando que este comportamiento ocurrió "hace tres veranos" y que, para entonces, ella y sus hermanos ya tenían 40 años, "pero él tocaba igual el silbato”.
En esa misma edición del programa, Tamara reveló otra vivencia personal, contando que cuando estaba soltera tuvo opciones de pareja con "gente de dinero" e incluso con "gente con avión privado, propio”, pero no pudo concretar el vínculo.
"Si pensaba iba a tener una buena vida. No me enamoré del de un avión privado. Iba a viajar”, sentenció Tamara. Ante esto, su padre la reprochó: “¿Por qué? Yo tengo que venir en remis. Si no es un loco de mierda, ¿en qué te puede joder? Es una maravilla”.