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La interna que dejó afuera a Rojo y podría sellar su salida anticipada de Boca
El defensor no fue titular ante Independiente y su continuidad en Boca estaría terminada tras un episodio explosivo que llegó a oídos de Riquelme.
POR REDACCIÓN
La eliminación de Boca del Torneo Apertura dejó más que frustración deportiva: desató una interna que tendría como gran perdedor a Marcos Rojo. El defensor no fue titular frente a Independiente y todo apunta a que podría haber jugado su último partido con la camiseta azul y oro.
La secuencia que detonó el conflicto se remonta a una reunión en la casa de Edinson Cavani, donde todo el plantel se juntó a compartir un asado en busca de unión y motivación. Sin embargo, Rojo habría aprovechado el encuentro para expresar su malestar por su situación contractual, algo que ya había deslizado públicamente, pero que en ese ámbito privado sonó con otro peso. El tono elevado de sus reclamos sorprendió a varios y no tardaron en llegar al predio de Ezeiza.
Cuando los dichos del capitán llegaron a oídos de Juan Román Riquelme, la reacción fue inmediata. Según fuentes cercanas al club, la decisión de dejar a Rojo en el banco frente al Rojo fue más un mensaje disciplinario que una elección táctica. Como sucedió con Carlos Izquierdoz en una situación similar, todo indica que el ciclo del zaguero podría concluir de manera anticipada.
El enojo en el Consejo de Fútbol es tal que ni siquiera su contrato vigente hasta diciembre garantiza que Rojo siga en el plantel. Incluso, se especula que podría rescindir antes. La situación cobra mayor relevancia considerando que el ex Manchester United siempre fue una figura predilecta de Riquelme, lo que deja entrever un giro drástico en la política interna del club.
Las filtraciones desde el círculo íntimo también generaron suspicacias. La desconfianza ahora reina en el vestuario, mientras se instala la sensación de que comienza una etapa de limpieza profunda en el club. "Esta vez no hay intocables", deslizan desde dentro del mundo Boca.
Con este contexto, todo indica que el ciclo de Rojo está en su etapa final, una salida que ni él ni los hinchas imaginaron así, pero que hoy parece inevitable.