Política > POR VIOLACIÓN A DERECHOS HUMANOS
La Justicia argentina ordenó la captura internacional del dictador de Nicaragua
El juez Ariel Lijo dictó la captura para el presidente y la vicepresidente de Nicaragua por crímenes de lesa humanidad.
POR REDACCIÓN
La Justicia argentina ordenó la captura internacional de Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, y su esposa, Rosario Murillo, vicepresidenta del país, por presuntas violaciones a los derechos humanos. El juez federal Ariel Lijo también citó a ambos a declarar por su presunta responsabilidad en crímenes de lesa humanidad cometidos durante su régimen.
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La resolución judicial, emitida en el contexto de una denuncia presentada en 2022 por el abogado Darío Richarte y un grupo de académicos de la Universidad de Buenos Aires, incluye cargos graves como asesinatos, desapariciones forzadas, torturas y persecución política. Estos crímenes habrían ocurrido desde abril de 2018, durante las protestas en Nicaragua y la represión de opositores y grupos vulnerables.
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Richarte calificó la resolución judicial como un “hecho histórico” y destacó que “marca un antes y un después en materia de justicia universal”. Según el abogado, el caso fue construido durante más de dos años con testimonios de víctimas, documentos y pruebas recopiladas en colaboración con organismos internacionales. “Este fallo no es el final, pero sí un paso crucial para visibilizar la situación en Nicaragua y avanzar hacia la justicia para las víctimas”, afirmó.
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La denuncia, que se fundamenta en el principio de jurisdicción universal, permite que tribunales argentinos investiguen y juzguen delitos graves cometidos en otros países. La acusación se sustenta en testimonios de víctimas, documentos y pruebas obtenidas en colaboración con organismos internacionales.
El pedido de captura y la citación a indagatoria son un avance significativo en la lucha por la justicia y la visibilización de las violaciones de derechos humanos en Nicaragua. Los denunciantes esperan que esta resolución internacional impulse la comunidad global a tomar acciones concretas para presionar al régimen de Ortega y Murillo. La causa sigue abierta, con la esperanza de que se logre justicia para las víctimas y se impulse la restauración de la democracia en Nicaragua.