La ruptura de JxC en 9 de Julio que terminó beneficiando a Banega

El Sistema de Participación Abierta y Democrática (Sipad) generó situaciones atípicas en las elecciones provinciales del 2023. Una de ellas fue en 9 de Julio, donde ganó un intendente peronista, Daniel Banega, pero terminó con minoría en el Concejo Deliberante. La presidenta Elisabeth Sánchez junto con Julieta Bustos para el oficialismo; y Belén Lencina, Daniel Bazán y Franco Barrionuevo por Juntos por el Cambio. Este último fue quien generó un punto de quiebre en la dinámica del legislativo municipal, dado que decidió independizarse del bloque opositor y ahora vota con el oficialismo.

DIARIO HUARPE dialogó con Barrionuevo, quien comentó que decidió no trabajar más con Lencina y con Bazán debido a que no está de acuerdo con la forma de trabajar que tiene JxC a nivel departamental. Puntualmente, se refiere a los referentes actuales de la oposición: el actual diputado Gustavo Núñez y su hija, Emily Núñez.

“No tenemos libertar para actuar, siempre detrás de lo que nos imponen. No teníamos autonomía. Por mi forma de trabajar, estoy haciéndolo libremente de forma autónoma. Sigo siendo de Juntos por el Cambio, pero ya no trabajo con ellos”, aseveró.

Según indicó el edil, vota positivamente los proyectos del oficialismo actual “porque son los únicos que están en vigencia”, dado que JxC “no tiene trabajo a nivel equipo”. “Yo he hecho mucho más de lo que he podido en estos 9 meses de gestión. Hay proyectos de educación y deporte que no esperé a que se aprueben en el Concejo y los he ejecutado de manera personal”, dijo.

Ante esto, la concejal de JxC Lencina, aseguró que presentan proyectos desde principio de año, pero que no son tratados ni en comisión. “Hay proyectos de ellos que no son tratados en el Concejo y después ves que se ejecutan. Hay plata para algunos y para otros no”, expresó.

La presidenta del Concejo planteó en este contexto que el intendente Banega analiza todos los anteproyectos que tienen injerencia en los gastos municipales. Por eso es que hay proyectos de ordenanza que se tratan y otros que no.

Lo cierto es que el punto de inflexión en JxC, que al parecer viene desde más arriba que el Concejo, hizo que el juego político se le simplificara diametralmente a Banega, puesto que ya no es necesario que negocie con la oposición para que salgan aprobadas sus ordenanzas.